Por Agroempresario.com
Horacio Marín, presidente de YPF, relativizó la reciente caída en la actividad de perforación en Vaca Muerta, señalando que se trata de una situación temporal vinculada a la baja en los precios internacionales del petróleo y los ajustes propios de los socios internacionales. Durante su presentación en el AmCham Energy Forum, el ejecutivo destacó la continuidad y el potencial del desarrollo de la Cuenca Neuquina y reafirmó la importancia de la petrolera estatal en la matriz energética argentina.
Marín explicó que la actividad de perforación puede haber sufrido una leve baja, pero la producción y el desarrollo estratégico de Vaca Muerta son “imparables”. “Creo que son cosas normales, yo no estaría alarmado. A Vaca Muerta no la parás más y a YPF no nos paran más”, afirmó con optimismo el presidente de la compañía.
El directivo aclaró que la reducción de la actividad no es motivo de preocupación, sino una respuesta a la situación global donde el precio del petróleo ha descendido y las empresas están buscando reagrupar sus inversiones. “Si el precio del petróleo baja o hay empresas que compran un activo muy importante donde el valor es muy alto, tienen derecho a reagrupar y bajar un poco la inversión, porque uno necesita buscar capital”, agregó.
Uno de los anuncios más relevantes del AmCham Energy Forum fue el avance en el proyecto de gas natural licuado (GNL) denominado “Argentina LNG”, que busca convertir al país en un exportador clave en la región. Marín proyectó que en un año y medio Argentina exportará 100 millones de metros cúbicos diarios de gas, gracias a la implementación de plantas flotantes de licuefacción, en asociación con empresas internacionales como Shell y ENI.
“No se trata solo de sueños: ya tenemos dos buques confirmados, y vamos a avanzar con eficiencia gracias al formato flotante. Lo hagas en un barco o en una planta onshore, son los mismos equipos”, indicó el presidente de YPF, destacando la flexibilidad y rentabilidad de esta tecnología que facilita la exportación.
El proyecto se desarrollará en varias etapas. La primera fase, “Argentina LNG I”, contempla la instalación de dos unidades flotantes y la construcción de un gasoducto para evacuar la producción. YPF participará con una cuota aproximada del 20-30%, con el objetivo de comenzar operaciones en 2027.
Las siguientes etapas, “Argentina LNG 2” y “Argentina LNG 3”, involucran asociaciones estratégicas con Shell y ENI respectivamente, buscando escalar la producción y ampliar la capacidad exportadora. Estas fases consolidarán la infraestructura energética y posicionarán a Argentina como un actor relevante en el mercado global de gas.
El secretario de Coordinación de Energía y Minería, Daniel González, también se pronunció sobre la reciente baja en la actividad de perforación en Vaca Muerta, afirmando que “no es una luz amarilla y está lejos de ser una roja”. González explicó que esta situación es consecuencia directa de la baja en el precio del barril y el aumento de costos en dólares, y enfatizó que el principal desafío es mejorar la competitividad del sector a mediano y largo plazo.
Por su parte, Marín reafirmó la rentabilidad de YPF en diferentes escenarios. “Si el barril está a 45 dólares vamos a ganar plata, pero menos. Tenemos que dilatar las inversiones por un tema de capital, pero YPF es rentable a cualquier precio”, aseguró. Además, pronosticó que la compañía alcanzará una producción de 2 millones de barriles equivalentes en 2031, lo que la posicionaría como la vigésima productora a nivel mundial y superaría la producción total actual de Argentina.
La consolidación de Vaca Muerta como polo energético no solo representa un avance para YPF, sino que se proyecta como un motor clave para la economía nacional. La expansión del proyecto de GNL contribuirá a diversificar las fuentes de ingresos del país y a reducir la dependencia energética externa, además de generar miles de empleos directos e indirectos.
Asimismo, la apuesta por plantas flotantes y tecnologías modernas pone a Argentina en sintonía con las tendencias globales hacia la transición energética, donde el gas natural licuado es considerado un combustible de puente para un futuro más sustentable.