Con más de cien años de historia, The Boeing Company es la compañía aeroespacial más grande del mundo. Y también lo es el edificio que alberga la fábrica: teniendo en cuenta las dimensiones del Boeing 747 que quería construir la firma –70,6 metros de largo por 59 metros de ancho–, necesitaba un predio que fuera tan grande como para poder ensamblar varios aviones al unísono.
El edificio, que tiene un volumen de 13,3 millones de metros cúbicos y una superficie de alrededor de 400.000 metros cuadrados, se encuentra en Everett, a 35 kilómetros al norte de Seattle, en el estado de Washington (Estados Unidos).
El sitio elegido para la edificación era un área de bosque que se encontraba cerca de un aeropuerto, que funcionó como base durante la Segunda Guerra Mundial. El ingeniero a cargo de la planificación del proyecto 747, Joe Sutter, explicó que el lugar solo contaba con un acceso menor a la ruta más próxima y no tenía conexión ferroviaria.
Actualmente, la planta de la compañía cada vez fabrica menos aviones Boeing 747, ya que está enfocada principalmente en los modelos 767, 777 y 787, que son más chicos. En total, el predio ocupa 39 hectáreas, es decir, más de trece veces el Estadio de Wembley.
Para tomar dimensión de la inmensidad de la fábrica, cabe mencionar que posee su propia estación de bomberos y servicios médicos, además de una amplia variedad de cafeterías y restaurantes. Asimismo, cuenta con una flota de alrededor de 1.300 bicicletas para ayudar a los empleados a disminuir el tiempo de viaje.
Pero como toda empresa, y más siendo una firma aeroespacial tan grande, también tiene sus reglas. Así lo manifestó David Reese, quien ayuda a coordinar las visitas guiadas a la fábrica: “Necesitamos calzado adecuado, por lo que no aceptamos zapatos abiertos ni tacos altos, es decir, cualquier cosa que pueda dañar sus pies, y hay que usar gafas de seguridad en todo momento”, indicó.