Debido a la importancia de asumir políticas que sean amigables con el medioambiente, cada vez son más las empresas que se dedican a la tecnología que comienzan a sumarse al desarrollo de energías renovables. Hace unos días, en Kentucky (Estados Unidos) cerró una central eléctrica con el objetivo de ahorrar dinero y mantener bajas las tarifas eléctricas, mientras que a solo tres kilómetros de distancia, Google –tras una inversión de 600 millones de dólares– inició la construcción de un centro de datos para obtener energía a través de una enorme granja solar.
Recientemente, se dio a conocer la última actualización del ranking Carbon Clean 200, que mide desde 2016 cuáles son las empresas tecnológicas más limpias del planeta, que ubicó a Alphabet, la compañía estadounidense que se encarga de realizar productos y servicios relacionados con Internet, software y dispositivos electrónicos –cuya principal subsidiaria es Google–, en primer lugar.
“Se trata de hacer que la gente piense de una manera diferente, qué aspecto tendrán sus productos dentro de una década. No consideramos que haya una empresa petrolera que se preocupe por eso y responda a la crisis climática”, expone Andrew Behar, CEO de As You Sow, organización sin fines de lucro que elabora el ranking cada seis meses junto con la firma de investigación y medios Corporate Knights.
La lista se refiere a las 200 empresas más grandes clasificadas por ingresos de energía limpia, excluyendo a aquellas que se dedican a la producción de combustibles fósiles o prácticas negativas, como los fabricantes de armas. Como la metodología va evolucionando cada vez que se publica la actualización, la más reciente evaluó compañías más allá de las que trabajan en tecnologías limpias tradicionales e incluyó, por ejemplo, inmobiliarias que construyen edificios con bajas emisiones o marcas de ropa que fabrican con una huella de carbono baja o invierten en energía renovable.
De todas maneras, Alphabet está muy lejos de la perfección, ya que el informe también calificó a las compañías según sus prácticas de privacidad y no recibió una buena puntuación. Asimismo, la empresa factura vendiendo anuncios a automotrices tradicionales y petroleras. Sin embargo, Alphabet cambió para funcionar con energía 100% renovable y ese movimiento –equivalente a sacar un millón de autos de las carreteras– fue lo suficientemente importante para encabezar la lista. En palabras de Behar, es probable que las granjas de servidores en ejecución requieran el 20% de la electricidad del planeta. “Queremos animar a todas las firmas tecnológicas a que sean renovables porque ellas son las que a la larga lideran el camino del resto”, concluyó.