El ñandú gana espacio entre las carnes alternativas

a carne de ñandú, para nosotros aún desconocida, tiene un importante consumo en países de Europa, Estados Unidos y Canadá, fundamentalmente. En nuestro país existen desde hace aproximadamente cinco años productores que se dedican a la cría de este animal, y en nuestra provincia comienza a tomar fuerza esta actividad que representa múltiples oportunidades de negocios.

Oscar Gocende es presidente de Acriña, asociación que nuclea desde hace cuatro años a los productores de ñandú de todo el país. "Argentina tiene una particularidad, que a veces resulta una ventaja y a veces una desventaja —explica Gocende—, y es ser un territorio tan grande. Por lo cual no se nos ha hecho fácil la tarea de juntar gente". En este momento, la Asociación mantiene básicamente productores de la provincia de Buenos Aires; firmó un acuerdo con la Asociación de Criadores de la Provincia de Córdoba; cuentan con criadores en Corrientes y, como reconoce el Presidente "estamos esperando que se forme la asociación de criadores de la provincia de Entre Ríos, donde algunos criadores ya son miembros de Acriña"

Mercado interno

Con un crecimiento marcado en la cantidad de animales y de productores dedicados a esta actividad, los objetivos actuales están puestos en fortalecer el mercado interno, es decir, consolidar un tipo de consumo para esta carne que resulta para los argentinos todavía desconocida.

Desde Acriña se procura incentivar que exista una mayor cantidad de criadores, ya que los volúmenes actuales no son suficientes para poder exportar. Por eso el objetivo está en desarrollar el mercado interno, y paralelamente a eso incrementar la cantidad de carne para lograr los volúmenes necesarios para satisfacer la demanda del mercado externo.

Los países que integran la Unión Europea son los principales consumidores de este tipo de carne en el mundo: consumen mucha carne de avestruz, mantienen producción en los países del Este y es una carne en general muy apreciada por la gente. Respecto a la posibilidades de exportación, Gocende explica "los volúmenes que ellos podrían llegar a pedir no los podemos cumplir, por eso estamos en un momento coyuntural intentando lograr volúmenes interesantes para el mercado local".

A este mercado interno se lo busca desarrollar con la provisión de carne fresca principalmente para el consumo en hoteles y restaurantes donde se atiende a turistas, ya que en los argentinos aún no existe una cultura de consumo de carne de ñandú. "Esto es un proceso que lleva tiempo, y además costos, porque requiere un trabajo de marketing para difundir el producto", explica el Presidente de la Asociación.

En la actualidad, los productores están intentando lograr subproductos, tales como: ahumados, jamón crudo, jamón cocido, braseados, y todo tipo de embutidos que les permita ampliar el mercado potencial.

Frigoríficos

Uno de los problemas fundamentales que atraviesa la actividad tiene que ver con la carencia de frigoríficos cercano donde se pueda enviar la producción, para que a su vez desde éste se envíen los productos a los mercados internacionales. Al respecto, el Presidente de Acriña explica "lo de los frigoríficos es toda una cuestión. Hay frigoríficos locales que venden sólo en la zona donde están, otros de tránsito federal que faenan en una provincia y pueden vender al resto del país, y luego están los frigoríficos habilitados para países con los cuales hay convenios sanitarios, donde se hace mucho más simple el trámite de exportación". Este último tipo de frigorífico es el más indicado para este tipo de producción, ya que cumplen con los requisitos de la Comunidad Europea, o de países como Estados Unidos o Canadá.

El problema de los ñanduceros radica en que, al no contar con un volumen importante de producción, es difícil que logren tentar a alguna empresa para que invierta en la construcción de un frigorífico. "Cuando tengamos volumen vamos a poder hacerlo", afirma Gocende. Mientras tanto, los productores se limitan a exportar pequeños volúmenes a países con los cuales existen convenios sanitarios. Las exportaciones, en estos casos, son fundamentalmente de productos elaborados, como el caso de una exportación de ñandú ahumado enlatado en conserva que se realizó a Colombia.

Información

Otro de los problemas característico de esta actividad, está en la falta de información disponible en torno a la cantidad de animales existentes en cautiverio para la producción. Si bien se estima que existen alrededor de 6000 reproductores, no se conoce un número exacto. Al respecto, Gocende explica que "no tenemos una estadística completa porque ni siquiera la tienen las dependencias de fauna a nivel nacional ni en las provincias". Por esto, desde la Asociación se encuentran intentando recabar información para saber cuál es la situación real de la actividad.

En la actualidad hay muchos productores que están buscando iniciarse en la actividad, para lo cual demandan animales. Diferente era la situación cuando los fundadores de Acriña decidieron comenzar a criar ñandúes: "nosotros tuvimos que crear nuestro propio plantel, pedir autorización a Fauna para hacer la recolección de huevos, incubar y hacer nuestros propios reproductores", comenta Gocende. Hoy el productor que se inicia tiene la posibilidad de acercarse a un criadero y comprar animales, con lo cual se ahorra un importante tiempo de producción y obtiene ingresos mucho más rápido.

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