Juan Pablo Garín, defensor de la cocina argentina

Enaltecer sabores regionales y autóctonos es una tendencia que está en auge en estos tiempos, ya sea con técnicas modernas o ancestrales, recuperadas desde una visión actual, de la mano de muchos cocineros que indagan en la cocina argentina.  De esta manera, un plato basado en carne nacional, puede hacer la diferencia eligiendo la mejor calidad, un corte alternativo y un método de preparación no convencional. "La apuesta de cocina autóctona está creciendo en el país, eso es muy importante. En un momento, había mucha oferta gastronómica de sushi, de cocina peruana y de cocina coreana, entre otras cocinas de otros países, y lo nuestro quedaba relegado", señala Juan Pablo Garín, chef ejecutivo de Rufino Argentino, restaurante del Hotel Mío Buenos Aires, del barrio de Recoleta.

Garín nació en Buenos Aires y fue criado en la ciudad rural de Carlos Casares, interior de la provincia. Estudio en Villa Crespo en la EAG, emprendió su crecimiento en Rio de Janeiro y realizo incontables cursos y horas de servicio bajo el mando de chefs como Raphael Hoelz, Wagner Queiroz, Jonathan Santos e Yvan Didelot. Se nutrió en conocimiento de cocina argentina, española, brasilera y fusión Nikkei. Actualmente es el chef ejecutivo a la cabeza de Rufino Argentino, donde deleita al público con una cocina tradicional argentina. Atento a la fluidez del servicio, presente en todos los detalles y siempre bien dispuesto, afirma que su cocina “trae recuerdos de la cocina de la abuela, con los ingredientes y técnicas clásicas, pero con la firmeza e intensidad de un servicio de restaurante. Siempre busco ideas nuevas, pruebo recetas y comando el pase para conseguir armonía en el servicio”.