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n recorrido por San Telmo, un barrio que supo fusionar lo clásico con las nuevas tendencias de la Ciudad de Buenos Aires.
Galerías de arte, ferias de antigüedades y anticuarios, como Norberto Medrano (Defensa 1124) y Guevara Gallery (Defensa 982), se mezclan con espacios culturales dedicados al arte contemporáneo. A lo largo de su historia, el barrio más pequeño de la ciudad llegó a concentrar la mayor cantidad de anticuarios: cerca de 500 en el radio de un kilómetro.
San Telmo sigue siendo una gran búsqueda de tesoros a cielo abierto en anticuarios como Calvaresi (Defensa 1021), Gabriel del Campo (Bethlem 427) y Sergio Guevara Ariza (Defensa 1159).
Uno de los puntos turísticos más visitados es Pasaje de la Defensa (al 1179 de esa calle), una galería comercial en la antigua casa de la familia Ezeiza. La construcción de 1876, que cuenta con tres patios y dos plantas, se transformó en un inquilinato durante la década del treinta y, finalmente, en una galería comercial.
El espacio ofrece platería criolla, vajilla inglesa y alemana, discos de vinilo, ropa y muebles de la época, palanganas de loza y artesanías. La casona conserva columnas de hierro, pisos de pinotea, un aljibe de mármol y baldosas originales.
La Feria de Antigüedades funciona todos los domingos en la Plaza Dorrego (Defensa y Humberto Primo). A pocos metros, sobre la calle Humberto Primo al 400, la Feria de las Artes se despliega cada domingo como una galería a cielo abierto en la que solo se exponen obras originales.
San Telmo también es reconocido por haberse convertido en un polo de la moda de autor. Ateliers de diseñadores como Jessica Kessel se instalaron en los locales del barrio. Situado en Defensa 1009, el espacio ofrece zapatos artesanales, piezas con impronta lúdica y colorida.
Por su parte, la artista plástica Karina Chavin (Defensa 1012) se distingue por la prepotencia de los colores y la transformación de sus obras en objetos de uso cotidiano, como bolsos, almohadones, carteras, porta celulares y fundas para tablets. Los cuadros originales también están a la venta.
Sol Minardi e Igor Lelczuk inauguraron Los Ezeiza (Defensa 1181), una boutique vintage que ofrece prendas originales de marcas como Chanel, Prada, Dior, Gucci e YSL, entre otras.
En 1896, el francés Carlos Thays, quien por aquel entonces era director de Parques y Paseos de la Ciudad de Buenos Aires, remodeló la Plaza Lezama y le sumó senderos, especies nativas de árboles –tipas, lapachos, jacarandás y palos borrachos– y una rosaleda.
De miércoles a domingo y también los días feriados, de 11 a 18 hs, se puede visitar el Museo Histórico Nacional (Defensa 1600). Su colección incluye objetos históricos, como el sable corvo de José de San Martín, el piano de Mariquita Sánchez, la bandera que acompañó a Manuel Belgrano en las batallas del Alto Perú, la guitarra de Manuelita Rosas y el original de la primera parte del Martín Fierro, entre otros documentos.
Frente al Parque Lezama se encuentra la Catedral ortodoxa rusa de la Santísima Trinidad (Brasil 315), inaugurada en 1904. Sus cinco cúpulas –cada una con una cruz ortodoxa mirando el este– son parte de una construcción de profusión dorada y arte bizantino. Una vez al mes –usualmente, el segundo domingo– se realizan visitas guiadas.
El tramo de la avenida Caseros se convierte en un boulevard con múltiples propuestas gastronómicas, entre las que se destaca Nápoles (misma calle al 449). Se trata de un bar y restaurante de dos mil metros cuadrados de impronta italiana.
Un petit hotel construido por el arquitecto italiano Alfredo Olivari en 1910 es la sede de El Más Acá Club Cultural (Caseros 514), un espacio con sala de exposiciones, cine, aulas para talleres y restaurante-bar. Se dictan cursos de dibujo, fotografía, yoga y memoria para adultos.
En un local que antiguamente fue una ferretería naval, en 2009 abrió Hierbabuena (Caseros 454), un deli con propuestas naturales y muy sabrosas, con opciones veganas y sin gluten. En su minimarket (al 458) se pueden comprar panes con harinas orgánicas y fermentación natural, así como frutas y verduras orgánicas.
Otras propuestas del boulevard Caseros son los restaurantes La Popular de San Telmo (al 500, con su carta opulenta), Club Social Deluxe (al 442, con música en vivo), Caseros (al 486, con cocina de estación) y Bacán (al 499, con reversiones de clásicos porteños).
En la esquina de Bolívar y Estados Unidos se encuentra el Mercado San Telmo. Bajo la cúpula de ocho aguas, los nuevos bares y restaurantes conviven con la carnicería, las verdulerías y los puestos de antigüedades. En el centro del edificio, Coffee Town ofrece variedades de café saludable. La Choripanería, con sus variedades de chori gourmet, es uno de los favoritos de los turistas. En tanto, Je Suis Raclette ofrece queso, verduras, panes o fiambres.
En la boulangerie Merci se pueden saborear los clásicos de la panadería francesa, mientras que El bar de Carmen ofrece básicos de la cocina porteña, como milanesas, empanadas y carne al horno. Por su parte, Saigón apuesta a los sabores vietnamitas.
