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a realidad sobre los agujeros del queso suizo está bastante alejada de la fábula infantil de que los ratones se lo comían. Según la ciencia moderna, los roedores hambrientos no tienen absolutamente nada que ver con esa rebanada de queso.
Cuando hablamos de queso suizo nos referimos a varias variedades de queso semiduro que se parecen al queso emmental, que se originó en Emmental, Suiza.
La mayoría de los bloques de queso suizo están salpicados de agujeros, también llamados ojos. Las variedades de queso suizo sin ojos se conocen como ciegas.
En 1917, William Clark publicó una explicación detallada de cómo los agujeros de queso suizo fueron causados ??por el dióxido de carbono liberado por las bacterias presentes en la leche.
La idea de Clark fue aceptada como un hecho durante casi 100 años, hasta que un estudio de 2015 realizado por Agroscope, un instituto agrícola suizo, concluyó que los agujeros en realidad son causados ??por pequeños trozos de heno presentes en la leche.
Esta teoría explica por qué los agujeros se han vuelto misteriosamente más pequeños, a veces inexistentes, en los últimos años. Cuando el queso se hace en graneros usando cubos, es probable que las partículas de heno lleguen a la leche recolectada. Son esos pequeños trozos de heno los que causan una debilidad en la estructura de la cuajada, según The Spruce Eats, lo que permite que se forme gas y se creen los agujeros.
“Es la desaparición del balde tradicional” usado durante el ordeño lo que causó la diferencia, dijo el portavoz de Agroscope, Regis Nyffeler. La leche para hacer queso ahora generalmente se extrae utilizando métodos modernos, lo que explica por qué ya no vemos tantos agujeros en el queso suizo.
