Técnicos del Agro recomiendan hacer mudas de ananá a partir de yemas o trozos de tallo

n la provincia el programa inicio en el 2005, y ya cuenta con 150 hectáreas sembradas y 70 familias en actividad. Para apoyar a los emprendedores se otorgaron créditos por $800.000, en una acción coordinada por el PRODERNEA. Además, con recursos del Fondo Especial del Tabaco (FET) se compraron insumos por un monto de $500.000 y por medio del programa Proalimentos se entregaron créditos por más de un millón de pesos.

Para ampliar la superficie destinada a esta fruta tropical, desde la cartera agraria recomiendan la producción de mudas de ananá, a partir de yemas o trozos de tallos. Es una práctica accesible y ventajosa para quienes deciden trabajar con este cultivo, explicaron técnicos del ministerio. Un punto a favor de este sistema es el aumento de la capacidad de producción de mudas de 4 a 12 -según los tallos con los que se trabaje-, la obtención de ejemplares más sanos, mayor uniformidad y que se puede realizar en viveros, plantación directa o mixta.

Se aconseja a aquellos productores que decidan iniciarse en el cultivo, realizar una buena selección de las plantas con las que se desarrollará el proceso. Además, el momento adecuado para iniciar la tarea es al final de la cosecha. En ese período se acondicionan las plantas obtenidas, extrayendo las hojas y se hace una exhaustiva selección de troncos, teniendo cuidado de eliminar los ejemplares con síntomas de enfermedades.

Es necesario contar con un ambiente aireado, bajo techo, para la preservación temporal y si se va a extender en el tiempo el depósito hay que sumergirlos en un caldo desinfectante durante ocho minutos. El preparado puede realizarse con etión al 1,5 por mil, dimeotato al 0,7 por mil, o carbaryl al 1,2 por mil. También se puede utilizar carbendazim al 2 por mil. Este proceso es fundamental debido a la presencia permanente en la provincia de cochinillas, broca y fusariosis.

Trozado y selección

Una vez obtenidos los ejemplares para la reproducción se realiza el trozado y selección de los tallos, que tengan unos diez centímetros de largo. De acuerdo al grosor, se dividen en 2 o 4 secciones, con al menos una yema. Al realizar el corte hay que cuidar de no dañar las yemas. El resultado del corte se orea o sazona de 3 a 10 días, según la humedad ambiente, en lugares aireados y protegidos de las lluvias.

Si los ejemplares fueran tratados inmediatamente luego de la selección y no se realizó la inmersión en desinfectantes, en este punto se debe sumergirlos en el caldo según el procedimiento explicado antes. A esta altura tendrán que estar preparados los canteros del vivero, asegurando que el suelo esté suelto, la provisión de agua para riego y la protección contra heladas o quemaduras de sol.

La plantación se realiza en surcos, con una distancia de 10 centímetros entre plantas y entre líneas. El tallo se planta con una leve inclinación y siempre con las yemas hacia arriba, tapándolas con uno o dos centímetros de tierra. Después es importante prever los cuidados culturales que incluyen riego moderado, proteger el cultivo con media sombra del sol o con coberturas de plásticos, o mallas antiheladas, del frío. También hay que realizar tratamientos preventivos contra plagas o enfermedades.

Las mudas, que tengan aspecto sano, están en condiciones de ser llevadas a la plantación cuando alcanzaron unos 30 centímetros de altura. De otra forma, para evitar el trasplante se puede aplicar el sistema de vivero-plantación, preparando el terreno con una distancia de 90 centímetros entre líneas y plantando las yemas con distancias de 15×15 centímetros. Pasado el período de crecimiento se realiza el entresacado de mudas quedará con la densidad definitiva con distancias de 30 centímetros entre ejemplares. Con estas recomendaciones, de acuerdo a las explicaciones de los técnicos del ministerio del Agro, se podrá avanzar en el cultivo de ananá.

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