Tras la movilización del campo en San Nicolás, y viendo que los precios de la carne en los mostradores no han hecho más que aumentar, el Gobierno evalúa ampliar el cupo de exportaciones, permitiendo la comercialización de la vaca que se envía a China y de los cortes kosher con destino a Israel.
La resolución actual, que tiene vigencia hasta el 31 de agosto, contempla un cupo mensual del 54% del volumen promedio exportado por mes el año pasado. De ese porcentaje, un ocho por ciento corresponde a la cuota Hilton, que consiste en 29.400 toneladas anuales; la cuota 481, que son 24.250 toneladas anuales; y las exportaciones a los Estados Unidos, con un volumen aproximado de 20.000 toneladas anuales.
El plan del Gobierno es presentar la nueva resolución en los próximos días. La misma se encuentra atrasada porque el nuevo sistema de control será más complejo que el actual, ya que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) no sólo tendrá que controlas los cortes, sino también la categoría de las vacas.
El jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina, David Miazzo, explicó que si bien los frigoríficos exportadores podrían destinar la producción al mercado local, el problema es que no se pueden absorber los costos por la pérdida de poder adquisitivo.
Es por ese mismo motivo que el Gobierno flexibilizaría el cepo, dado que categorías como las de la vaca destinada a china no se pueden vender en el mercado interno. Existe una producción acumulada que los frigoríficos ya no saben dónde meter porque los argentinos no pueden comprarla.