Por Agroempresario.com
El Lic. Víctor Tonelli es productor agropecuario además de prestar servicios de consultoría en todos los ámbitos del sector de ganados y carnes, desde análisis y gestión de inversiones, reorganización de empresas ganaderas, capacitación, control de gestión y administración. Ha dado conferencias tanto en Argentina como en varios otros países y ha sido presidente de la Asociación Argentina de Industria de Carnes y director fundador de la Asociación Argentina de Brangus, solo por nombrar algunas instituciones.
En una entrevista en exclusiva para Agroempresario.com, dialogamos sobre los daños directos y colaterales del cierre de las exportaciones y las medidas que se necesitan para lograr una industria frigorífica exitosa bien posicionada en el mundo.
Como balance general por el cierre parcial de exportaciones, Tonelli explicó que ya se han publicado varios trabajos que analizan los tres meses completos sin exportaciones (junio, julio y agosto). En ellos se ha demostrado la fuerte caída de las fuentes de trabajo de los frigoríficos exportadores y que entre 3.000 y 5.000 mil empleados reciben un salario 30% menor. Existe en la industria un acuerdo de paritarias donde casi el 50% del salario varía por productividad en planta. Considera que en términos de vulnerabilidad, los más perjudicados fueron los trabajadores porque “un productor puede tomar otra alternativa y siempre tiene revancha; para el trabajador, lo que no percibe no tiene forma de recuperarlo y el daño es gravísimo”.
Por otro lado, comentó que hubo fuertes reclamos de nuestros clientes en el exterior por no comprender las razones del cierre. A su vez, muchos productores ganaderos han decidido pasar de la ganadería a la agricultura en los suelos mixtos, que desencadenará una menor oferta futura y una pérdida de confianza de la industria frigorífica que venía invirtiendo fuerte en el sector. “Todo esto para que el precio de la carne de agosto, en comparación con el de abril quedará 11% más caro. A todas luces, un fracaso con un alto costo; se valoran pérdidas por un monto cercano a los 1.000 millones de dólares”, sostuvo.
Con respecto al comercio exterior, considera que de volver a abrir las exportaciones se podría arreglar la situación con China, pero lo ve difícil con otros países como Israel. “Hoy la demanda mundial supera ampliamente la capacidad de los proveedores para abastecerla y la salida de Argentina generó sólo en China un incremento de la carne importada del 20% en un país que tiene una inflación anual del 3%”.
Tonelli está convencido de que la única forma de salir de este conflicto es con racionalidad. Recuerda que han analizado estas medidas con funcionarios de todo nivel, visitando a los ministros de producción, agricultura, ganadería y pesca, incluyendo funcionarios del ministerio de economía a quienes “se les explicó que la suba que fue muy fuerte en el último trimestre de 2020 no tendría esta misma aceleración en 2021; pero vino una orden política del instituto patria”.
Para hacer más eficiente la cadena y acortar la brecha del 40% entre el precio que paga el consumidor y recibe el productor, se podría eliminar impuestos: “Se puede mejorar sobre todo bajando impuestos y tasas de aduana internas que no generan nada ni prestan servicios. Es un número enorme que podría reducirse del precio al consumidor”. Tonelli contó que en Brasil, con el incremento de los granos y para evitar que el precio se traslade al consumidor, redujeron las cargas sociales de los trabajadores e ingresos brutos. Fueron al meollo del problema y no a destruir la confianza o estímulo de quienes producen e invierten”.
Para el asesor, el crédito a los feedloteros hubiera sido más práctico si se hubiese subsidiado directamente el alimento que fue una de las dos causas del incremento del precio de la carne. “Con $10.000 millones de pesos, con un máximo de $9.000 por cabeza hasta 1.000 animales para compra de maíz en un crédito a 120 días; creo que no van a entregar ni el 2-5% del crédito”, advirtió. “Se lo comentamos al Gobierno con toda claridad y dejaron pasar las cosas hasta mayo que explotó. La cadena de ganados y carnes cada vez está más profesionalizada y se puede estimar lo que pasará en el futuro. Para Navidad, la carne va a estar re cara porque va a haber faltante y los problemas que originan el faltante no están resueltos”, enfatizó.
Para el experto, un plan ganadero ideal debe basarse en tres condiciones sine qua non: 1) compromiso, 2) largo plazo y 3) visión consensuada de todos los integrantes de la cadena desde el productor hasta el Presidente de la Nación.
Requiere de compromiso de políticas de Estado, que no sean meras intenciones. “Al plan que presentó el Gobierno, le faltan los temas más importantes de la cadena que tienen que ver con la formalidad. Es una cadena que tiene cultura de la informalidad y falta de decisión política para llevarlas adelante”.
También tiene que haber compromiso con las negociaciones internacionales. “Acabamos de tirar por la borda el acuerdo con la Unión Europea, dejamos de lado Corea, Singapur y Canadá que estaban muy avanzados”.
Tonelli considera, además, que otro tema fundamental es ocuparse seriamente de políticas laborales y evitar cooperativas de trabajo que se forman con empresarios fraudulentos que precarizan al trabajador y se llevan la diferencia de no aportar nada a las cajas del Estado. Lo mismo debería ocurrir con cuestiones impositivas, de créditos de devolución de IVA anticipada.
Está convencido de que se deben hacer políticas de gobierno a largo plazo porque, desde la concepción hasta el consumo, se requiere más de tres o cuatro años.