Por Agroempresario.com

En una entrevista con Agroempresario.com, la ministra secretaria de Agricultura Familiar de Misiones conversó sobre las políticas públicas orientadas al pequeño agricultor, el marco regulatorio que acompaña a estas acciones en la provincia, su experiencia como productora y su visión respecto a la agricultura familiar del futuro.

En primer lugar, Ferreira se refirió a Misiones como la provincia argentina con mayor cantidad de agricultores familiares.

“Misiones cuenta con 27.000 familias agricultoras instaladas en pequeñas superficies y dedicadas a una diversidad de cultivos, especialmente de alimentos”, resaltó. En este sentido, la ministra hizo alusión a las Ferias Francas, un fenómeno surgido en 1995 ante una profunda crisis de los cultivos tradicionales de la provincia como la yerba, el té, el tabaco y el tung. 

En ese entonces, un grupo de agricultores pertenecientes al Movimiento Agrario Misionero (MAM), acompañado por algunas instituciones de gobierno, trasladó esa experiencia de Brasil a la provincia. Estas ferias representaron una alternativa y búsqueda a la salida de la crisis a través de la comercialización directa de todo lo producido en las chacras misioneras. 

“Ese hecho tuvo mucho que ver con la visibilización de un sector que había quedado excluido de la agenda política de la década del 90´. Actualmente, las Ferias Francas están distribuidas a lo largo y a lo ancho de nuestro país, se reprodujeron en muchas provincias pero son misioneras”, expresó.

En segundo lugar, Ferreira enumeró las leyes que otorgan un marco favorable para los productores de la agricultura familiar en la provincia. “Tenemos varias leyes que tienen que ver con la generación de políticas públicas para este sector como la Ley de Ferias Francas y Mercados Concentradores; la Ley de Alimentos Artesanales; la Ley de Fomento a la Producción Agroecológica y la Ley de Agricultura Familiar, sancionada en 2015”, enumeró.

El artículo 1° de esta última ley señala que Misiones adopta como modelo de desarrollo productivo, económico, social y ambiental a la agricultura familiar en toda su diversidad. En esta línea, la norma incluye tanto a las comunidades de pueblos originarios como a las comunidades periurbanas, otro fenómeno característico de los últimos años.

Por otro lado, la ministra destacó la Ley de Huertas Escolares, aplicable a todas las escuelas e instituciones educativas misioneras de nivel primario y secundario de gestión pública y privada. Por su parte, la Ley de Soberanía Alimentaria sancionada en Misiones establece un trayecto formativo para jóvenes egresados de escuelas rurales para que oficien como “Facilitadores Territoriales de la Soberanía Alimentaria”  en los distintos municipios de la provincia.

“El objetivo de la soberanía alimentaria es una meta que nos propusimos como gobierno, con toda la impronta de la política misionerista de ir generando más alimentos”, precisó.

De acuerdo a Ferreira, este concepto también está enfocado en lo ambiental y en el cuidado de la biodiversidad, clave para el desarrollo de las potencialidades que posee la provincia. “Es importante mencionar que la Argentina respira gracias al pulmón que tiene Misiones”, dijo. 

Completan el marco regulatorio la Ley de Agricultura Urbana; la Ley de Faena Artesanal -dirigida a pequeños agricultores para que puedan faenar a sus animales menores en condiciones de inocuidad y de seguridad- y la Ley de Protección de Semillas Nativas y Criollos, muy importante para la cultura Guaraní y el agricultor misionero productor de semillas de maíz, poroto, arroz, cubierta verde y de hortalizas.

“La legislación que tiene nuestra provincia es muy rica y expresa una gran coherencia a lo largo de los años en esto de generar políticas públicas para esa gran cantidad de agricultores familiares que tenemos y que, lejos de ser una debilidad, creo que constituye nuestra mayor fortaleza”, manifestó.

Como productora de Maracuyá y Kiwano, Ferreira conoce en primera persona los desafíos a los que se enfrenta el agricultor misionero.

“Como muchos otros, dejé la ciudad y me fui a la chacra. Sé lo que significa y por eso estoy tan comprometida con la realidad; a esta altura de la vida y de las experiencias obtenidas a lo largo de tantos años vinculada al sector considero que no hay mejor trabajo que este, el de producir alimentos. Creo que es la mejor profesión y estoy muy orgullosa de tantos agricultores familiares que producen todos los días y nos acercan alimentos a todos”, expresó.

Estado presente

Sobre la asistencia que reciben los agricultores, la ministra aseguró que “el Estado ayuda, acompaña, camina junto y está cerca de los pequeños productores a través de visitas y recomendaciones técnicas”.

Durante la pandemia, el gobierno provincial realizó tareas de acompañamiento para el ingreso de los agricultores a la tienda virtual de comercialización. Al mismo tiempo, se iniciaron jornadas de capacitación llamadas “Escuelas de Campo” como también espacios de reflexión que van permitiendo a los agricultores pensarse como grupo.

“Nos parece muy rico comenzar otra etapa reflexionando juntos. Hace poco tiempo se llevó a cabo el primer encuentro de INNOVAF para pensar junto a los jóvenes cómo será la agricultura que se viene. Fue una hermosa experiencia que tiene que ver con el acompañamiento del Estado”, contó.

Respecto al futuro, Ferreira se imagina una agricultura familiar sólida y fortalecida en la provincia y en todo el país. “Veo jóvenes agricultores quedándose en la chacra y produciendo alimentos con la tecnología de su tiempo, comercializando de otra manera, agregando mucho más valor a esas producciones y llegando a más mercados. Esa agricultura consolidada que imagino para el futuro va a depender de todo lo que hagamos hoy”, concluyó agradeciendo el espacio brindado por Agroempresario.com.