Esta acción conjunta, iniciada tras el reporte de un productor local, incluyó un control aéreo gestionado por la Sociedad Rural local y tratamientos terrestres por parte del Senasa.
Las langostas, conocidas por su capacidad de devastar cultivos y pastizales, han sido una plaga desde tiempos ancestrales. En Matará, Santiago del Estero, el clima seco y la falta de precipitaciones han creado las condiciones ideales para el surgimiento de estas plagas. A pesar de los avances en métodos de vigilancia y control, las langostas siguen representando una amenaza significativa para la agricultura.
El Senasa ha confirmado que esta región es una ruta migratoria habitual para las langostas, lo que justifica la vigilancia permanente y la implementación de controles inmediatos ante cualquier detección. Según Juan Pablo Karnatz, experto local, el foco se controló efectivamente, aunque advierte que siempre es crucial mantener la vigilancia.
Además, el Senasa ha establecido un Sistema de Alerta por Langostas (SAL), que notifica a los productores agrícolas, ganaderos y apícolas si se encuentran en áreas de riesgo. Este sistema es esencial para activar protocolos de combate frente a una invasión de langostas.
La preocupación ahora se centra en las posibles repercusiones de un foco de langostas detectado en Yacuiba, Bolivia, y por esto, el Senasa mantiene una comunicación constante con el SENASAG boliviano para coordinar acciones conjuntas si es necesario.
En el contexto internacional, la Sociedad de Ortopteristas ha elegido a Argentina como sede del próximo Congreso Internacional de Ortopterología, que se realizará en 2026. Este evento representa una oportunidad invaluable para el intercambio de conocimientos y experiencias, buscando soluciones innovadoras para enfrentar este desafío global.
Agrolink