Invierno agrícola: desafíos y pronósticos para la temporada

Por Agroempresario.com

El informe trimestral de la cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la Facultad de Agronomía de la UBA revela un panorama complejo para la agricultura argentina este invierno. A pesar de las escasas precipitaciones registradas en junio en gran parte del país, las reservas hídricas han permanecido suficientes para el inicio de la campaña fina, gracias a la baja demanda evaporativa característica de la estación.

La situación meteorológica se ve influenciada por el pronóstico de El Niño-Oscilación del Sur, que indica una probabilidad creciente de La Niña para la primavera, alcanzando hasta un 58% para el trimestre noviembre-diciembre-enero. Este fenómeno podría impactar significativamente las condiciones climáticas, con efectos variables según la región.

Según Adela Veliz, docente de la cátedra, las precipitaciones fueron especialmente notables en el noroeste de la Patagonia y su zona cordillerana, mientras que otras áreas enfrentan un desafío por el desecamiento del suelo, especialmente en el norte y centro de Argentina. En contraste, se observa una mejora en las condiciones hídricas en el este, sur y centro-oeste de Buenos Aires, así como en el este de La Pampa, cruciales para completar la siembra en esas localidades.

Gastón Sosa, coautor del informe, destacó las disparidades en el almacenaje de agua en el suelo entre diferentes localidades, como Santa Rosa y Rosario, donde se evidencia una disminución preocupante desde abril. Este escenario contrasta con el buen estado de las reservas en otros puntos estratégicos para la agricultura.

En términos térmicos, Leonardo Serio informó sobre temperaturas récord en junio seguidas de un abrupto descenso hacia fin de mes, con heladas agrometeorológicas extendidas en todo el país. Esta variabilidad climática subraya la importancia de monitorear de cerca las condiciones atmosféricas, especialmente ante la incertidumbre asociada con La Niña en los próximos meses.

En conclusión, el invierno argentino se presenta como un período de desafíos climáticos significativos, donde la planificación y la adaptación serán cruciales para el sector agrícola. La monitorización continua y la respuesta ágil a los cambios climáticos serán fundamentales para mitigar riesgos y optimizar los rendimientos durante esta temporada crucial para la producción agrícola nacional.