Por Agroempresario.com
En Yerba Buena, Tucumán, una iniciativa ha logrado capturar la esencia de la inclusión y la empatía en un espacio que ha transformado tanto a quienes trabajan allí como a quienes lo visitan. Espacio Juntarnos, un bar en la calle Perón al 2400, se ha convertido en un faro de esperanza para las personas con discapacidad, brindándoles oportunidades laborales en un ambiente adaptado a sus necesidades y capacidades. Basado en una nota publicada en La Nación.
El bar, fundado por el empresario José “Pepe” Ramón, se distingue no solo por su diseño inclusivo, pensado para recibir a personas con diversas discapacidades, sino por el impacto que ha tenido en la vida de sus empleados. Milu, una joven de 27 años con síndrome de Down, es una de las recepcionistas que recibe con una sonrisa a cada cliente, acompañándolos hasta su mesa con una calidez que ha hecho que este sea "el mejor trabajo" que ha tenido.
El caso de Nacho, un joven de 20 años con autismo, es otro testimonio del poder transformador de este proyecto. Para él y otros empleados, Juntarnos representa su primera experiencia laboral formal. La emoción de sus familias es palpable, como lo fue cuando la madre de Nacho lo vio reír por primera vez mientras trabajaba en el bar, un momento que Pepe recuerda con especial cariño.
Este emprendimiento no solo ha dado empleo a 33 personas con discapacidad, sino que también ha tocado el corazón de los clientes, quienes se van del lugar con una renovada empatía y, a menudo, con lágrimas de emoción. “Queremos que cada persona que pase por Juntarnos se vaya siendo otra, que sus ojos y su corazón ganen empatía”, explica Pepe, quien se enorgullece de liderar este proyecto que surgió del deseo de hacer un cambio real en la comunidad.
La Fundación Espacio Juntarnos, que financia el bar, es un desprendimiento del “Ramonazo”, un evento solidario que Pepe y su grupo de amigos organizan en Tucumán desde 1999. Lo que comenzó como una simple reunión de cumpleaños se ha convertido en un espectáculo solidario que recauda fondos para diversas causas, transformándose en un símbolo de generosidad y compromiso social.
Pepe, quien también dirige una fábrica de repuestos de autos que emplea a personas con discapacidad, sostiene que ser inclusivo es “darles posibilidades a todos, permitirles intentar”. Con Juntarnos, su anhelo es inspirar a otros en todo el país a replicar esta idea, demostrando que la inclusión no solo es posible, sino que enriquece a toda la sociedad.