Por Agroempresario.com
El sector agropecuario, motor clave de la economía argentina, enfrenta un 2024 marcado por la incertidumbre legislativa. A medida que avanza el año, las demandas del campo en el Congreso Nacional continúan relegadas, atrapadas en una compleja maraña de negociaciones políticas y urgencias económicas. La Fundación Barbechando, una entidad dedicada a monitorear la actividad parlamentaria relacionada con la agroindustria, ha manifestado su preocupación por la falta de avances en temas críticos como los warrants, las retenciones y la emergencia agropecuaria.
A pesar de la importancia de estos asuntos, que son fundamentales para el desarrollo y la sostenibilidad del sector, su tratamiento en el Congreso ha sido mínimo. Según Barbechando, la parálisis legislativa responde a un escenario dominado por la diversidad de voces y las constantes disputas políticas, lo que ha dejado a la agroindustria en un segundo plano.
En este contexto, los representantes del agro han encontrado dificultades para captar la atención necesaria que impulse el debate de estas cuestiones en el recinto. Si bien algunos temas han mostrado leves signos de movimiento, como es el caso de los warrants y los derechos de exportación (DEX), la posibilidad de que estas propuestas lleguen a convertirse en leyes parece remota.
Barbechando apuesta al debate del presupuesto 2025 como una oportunidad para reactivar la agenda agropecuaria. La entidad confía en que este proceso podría servir de plataforma para poner finalmente en discusión las políticas que afectan a uno de los sectores más dinámicos de la economía argentina.
El Poder Ejecutivo, por su parte, ha vuelto a marcar la pauta legislativa durante este segundo semestre, imponiendo su agenda y relegando a los bloques opositores a un rol reactivo. Mientras tanto, la oposición se enfoca en desarrollar contrapropuestas que, al igual que las iniciativas oficialistas, encuentran poco eco en el Congreso.
Entre los temas que integran la agenda parlamentaria, los warrants han sido uno de los pocos que comenzaron a recibir algo de atención. La Comisión de Agricultura del Senado retomó la discusión de un proyecto de ley que busca actualizar la normativa vigente desde 1914, con el objetivo de ampliar su aplicación y desburocratizar el proceso. Sin embargo, el debate quedó suspendido por falta de quórum y se espera que se retome en las próximas semanas.
Otro tema que ha mostrado algo de movimiento es el de las retenciones. A través de un decreto, el Ejecutivo Nacional decidió reducir —e incluso eliminar— las alícuotas de los derechos de exportación (DEX) para ciertas cadenas productivas, como la bovina, aviar, porcina y láctea. Estas medidas, según el Ministerio de Economía, forman parte de un proceso más amplio de desregulación y apertura a mercados internacionales.
La Fundación Barbechando también ha advertido sobre la creciente relevancia de otros temas en la agenda legislativa, como la Ley de Humedales y el manejo del fuego, que han cobrado importancia ante la inminente temporada de incendios forestales, potencialmente agravada por el fenómeno de La Niña.
En cuanto a la emergencia agropecuaria, se está trabajando en la posibilidad de establecer una legislación en seguros agrícolas, considerada por muchos como un gran objetivo pendiente.
La Fundación concluye que el éxito de la agenda agropecuaria dependerá en gran medida de la persistencia de sus promotores y de su capacidad para visibilizar estos temas tanto en el ámbito político como en los medios de comunicación. A medida que se acerca el fin de año, la expectativa está puesta en que las discusiones presupuestarias sirvan como un catalizador para avanzar en las reformas que el sector tanto necesita.