Lungro: la capital europea del mate celebra su tradición con un sello bien argentino

Por Agroempresario.com

Lungro, un pintoresco pueblo en la región de Calabria, Italia, ha sorprendido al mundo al convertirse en la "Capital Europea del Mate". A pesar de estar a miles de kilómetros de Argentina, donde el mate es una bebida emblemática, Lungro ha adoptado esta tradición con un entusiasmo que ha llevado a la localidad a celebrar su décimo festival del mate este año; así lo reveló La Nación. 

La historia de cómo el mate llegó a Lungro se remonta a finales del siglo XIX, cuando inmigrantes italianos que se establecieron en Argentina enviaron yerba, bombillas y porongos a sus familias en Italia. A medida que muchos de estos inmigrantes regresaron a su tierra natal, llevaron consigo el hábito de beber mate, integrándolo de manera definitiva en la vida cotidiana de Lungro. 

Anna Stratigò, fundadora de la Academia del Mate, ha sido una figura clave en la preservación y promoción de esta tradición en Italia. En 2014, Stratigò logró que Lungro fuera oficialmente reconocida como la Capital Europea del Mate, un logro que subraya la profunda conexión entre el pueblo italiano y la bebida sudamericana. "El mate es parte de la vida del lungrese, no podés imaginarte salir de casa sin el mate. El mate es identidad", afirmó Stratigò en un artículo de La Nación. 

En 2025, Lungro dará un paso más al comenzar la siembra y cosecha de yerba mate en el propio suelo italiano. Esto marcará un hito al convertir al pueblo en el primer lugar en Europa en producir yerba mate. Esta iniciativa no solo profundiza el vínculo cultural entre Italia y Argentina, sino que también fortalecerá la identidad matera de Lungro, que se ha convertido en un símbolo de la integración cultural entre ambos países.

El festival anual del mate, que se celebra cada 1 de agosto, ha crecido en popularidad, con charlas sobre la preparación y conservación de la yerba, así como demostraciones culturales que incluyen música y baile argentino. Este evento no solo celebra la tradición del mate, sino que también sirve como un puente cultural entre Italia y Argentina.

Lungro sigue siendo un ejemplo único de cómo una tradición puede cruzar océanos y adaptarse en un contexto cultural diferente, manteniendo su esencia y enriqueciendo las identidades locales.