Estados Unidos emerge como nuevo competidor en exportaciones de carne vacuna argentina

Por Agroempresario.com

En el transcurso de los primeros siete meses de 2024, las exportaciones de carne vacuna refrigerada y congelada de Argentina alcanzaron las 430.100 toneladas, generando un ingreso aproximado de US$1649,5 millones. Este volumen representa un crecimiento del 8,8% en comparación con el mismo período del año anterior, aunque el valor obtenido sufrió una leve caída del 1,9%.

A pesar de estos números, el panorama no es del todo alentador para la industria cárnica argentina. La competencia brasileña se ha intensificado significativamente, en parte debido a la baja en las importaciones de China desde Argentina, y a la reciente habilitación de 40 nuevos establecimientos de faena en Brasil por parte del gigante asiático.

En este contexto, Estados Unidos ha surgido como un mercado de creciente importancia para la carne argentina. Entre enero y julio de 2024, las exportaciones a este país aumentaron un 60%, alcanzando las 20.700 toneladas, en comparación con las 13.000 toneladas del mismo período en 2023. Este incremento responde, en parte, a la corrección del tipo de cambio en diciembre pasado, que aceleró las ventas en los primeros meses del año.

A pesar de estos avances, las ventas hacia China, que representa el 70% del total exportado, han disminuido en un 5% en los últimos tres meses. Brasil, con una política exportadora agresiva y una oferta excesiva de hacienda, se ha consolidado como el principal proveedor de carne a China, enviando cinco veces más volumen que Argentina.

Ante este escenario, la industria cárnica argentina ha tenido que diversificar sus destinos de exportación. Estados Unidos se ha convertido en un mercado clave, y México, que recientemente abrió sus puertas a la carne argentina, está absorbiendo parte de la demanda dejada por China. Además, se están explorando nuevos mercados en Filipinas, Malasia, Corea, Japón e Indonesia, con la esperanza de compensar la disminución de las ventas a China.

El descenso en los ingresos por exportaciones se debe, en parte, a la baja de los precios en el mercado chino, donde Brasil ha logrado mantener precios más altos gracias a la calidad superior de sus productos. En contraste, los valores en Estados Unidos han mostrado un repunte, especialmente en los cortes kosher destinados a la comunidad judía de Nueva York y la Costa Este.

La reciente eliminación de las retenciones a las exportaciones de vacas y la reducción de los derechos de exportación de proteínas animales son medidas positivas para la industria, pero insuficientes para compensar la falta de competitividad derivada del tipo de cambio actual. La disminución en la alícuota de exportación de carne vacuna, de 9% a 6,75%, aunque bienvenida, no altera sustancialmente la ecuación global del negocio.

El desafío para la industria cárnica argentina es grande. Con altos precios de la hacienda, bajos precios internacionales, y un tipo de cambio poco favorable, la competitividad se ha visto afectada. El mercado europeo y el contrato con Israel son esperanzas para el sector, pero la recuperación en China parece lejana. Ante este panorama, se hace necesaria una mayor integración con otros países del Mercosur para establecer acuerdos de libre comercio que impulsen las exportaciones de proteínas animales.

La diversificación de mercados es clave, pero colocar pequeñas cantidades en nuevos destinos no compensa la pérdida de volúmenes hacia China. El mercado interno también debe colaborar, ordenándose para que la industria cárnica pueda competir en un entorno cada vez más desafiante.