Por Agroempresario.com
El reciente ajuste en la política de retenciones a las exportaciones de carne bovina, anunciado con el objetivo de revitalizar el sector, ha tenido un impacto menor al esperado. Según un informe publicado en El Cronista, la medida, que elimina las retenciones para la carne destinada a China y reduce del 9% al 6,75% las aplicables a otros cortes, no ha logrado revertir las dificultades que enfrenta el mercado.
En julio, las exportaciones de carne bovina mostraron una caída del 4,9% en volumen respecto al mes anterior, a pesar de un incremento del 2,9% en los precios obtenidos. Esto permitió sumar u$s 226,6 millones, pero los números siguen siendo negativos en comparación con el mismo mes del año pasado. La disminución en el volumen exportado fue del 16,1%, con una caída del 18% en los precios pagados.
El análisis de los primeros siete meses de 2024 revela que, aunque el volumen exportado aumentó un 8,8% respecto al año anterior, la baja en los precios internacionales resultó en una disminución del 1,9% en el valor total de las exportaciones. El precio promedio de exportación en julio fue de u$s 4.045 por tonelada, superior al de junio pero aún inferior al máximo registrado en julio de 2023.
El contexto internacional sigue siendo desfavorable para el sector. Desde mayo de 2022, los precios internacionales han mostrado una tendencia a la baja, situándose más de u$s 2.250 por tonelada por debajo de los picos alcanzados en abril de 2022.
La eliminación de retenciones para los productos exportados a China, que absorbe el 70% de la producción local de carne bovina en la categoría de vacas, ha sido una medida esperada por el sector. Sin embargo, los resultados han sido limitados. En julio, China pagó u$s 3.243 por tonelada de carne sin hueso, un precio significativamente inferior al máximo de u$s 5.900 registrado en mayo de 2022.
La situación se ve agravada por una oferta de ganado en declive, atribuida a los bajos precios y a la sequía del año pasado que redujo la producción bovina. Esto ha llevado a los productores a vender a precios desfavorables y a ajustar la producción. En algunos frigoríficos, esto se ha traducido en la reducción de jornadas laborales, con algunos establecimientos trabajando un día menos a la semana.
Las proyecciones indican que las exportaciones de carne bovina para este año alcanzarán cerca de 800.000 toneladas, por debajo del promedio habitual de 1.000.000 toneladas. A medida que el consumo interno disminuye y el porcentaje de producción destinado a exportación aumenta, el sector enfrenta un escenario complejo que desafía la efectividad de las reformas implementadas.
En resumen, la reciente política de retenciones ha proporcionado cierto alivio al sector, pero los desafíos persistentes en precios internacionales y oferta de ganado continúan limitando su impacto positivo en la rentabilidad de los frigoríficos.