El renacer de la industria láctea en Argentina

Por Agroempresario.com

En un contexto económico y climático complejo, la industria lechera argentina empieza a ver luces al final del túnel. Según un reciente artículo publicado en La Nación, la producción de leche está mostrando signos de recuperación tras una caída del 11,8% entre enero y julio de 2024, alcanzando los 5508 millones de litros. La situación de la lechería ha sido particularmente difícil, con problemas que incluyen mayores costos, desafíos climáticos y una economía complicada que afecta a las empresas tamberas.

Sin embargo, julio trajo un respiro. La producción de leche mostró una mejora del 8,2% respecto a junio, indicando una posible estabilización. "La leche está apareciendo", citan desde el Centro de la Industria Lechera (CIL), destacando que, a pesar de la caída anual proyectada del 8-9%, la producción en primavera podría ofrecer un alivio.

En términos de precios, el artículo de La Nación revela una desaceleración en el incremento de los precios al consumidor. En julio, los productos lácteos, incluidos la leche, los quesos y los huevos, tuvieron un aumento promedio del 2,4%, significativamente menor al 4% de inflación general. Aunque algunos productos lácteos han visto incrementos superiores a la inflación anual, como la leche entera en sachet (294,8%) y el queso cremoso (289,9%), se observa una estabilización de los precios en salida de fábrica.

Un factor clave en esta recuperación ha sido la reciente eliminación de las retenciones a las exportaciones por parte del gobierno de Javier Milei. Este cambio, que pone fin a las restricciones anteriores como los Precios Cuidados, se considera un impulso positivo para la industria. “No veo un problema con los precios, más para el segundo semestre”, afirma un industrial citado en el artículo de La Nación, sugiriendo que el aumento en la producción previsto para los próximos meses podría resolver las tensiones actuales en los precios.

A pesar de los signos de recuperación, la industria enfrenta desafíos persistentes. Los costos altos y la carga impositiva, que representa más del 40% del costo final de los productos lácteos, siguen siendo una preocupación. "El punto a revisar son los impuestos en todo el sector", advierte un experto en el artículo de La Nación, subrayando la necesidad de ajustes en la política fiscal para apoyar la estabilidad y el crecimiento de la industria.

En conclusión, la lechería argentina comienza a ver señales de recuperación, aunque los desafíos económicos y climáticos persisten. La estabilización de precios y la mejora en la producción ofrecen un panorama esperanzador para el sector en el segundo semestre de 2024.