Por Agroempresario.com
Para quienes buscan una escapada breve cerca de la Capital Federal, la Ruta del Olivo en el sur de la provincia de Buenos Aires se presenta como una opción ideal. Este recorrido temático, que atraviesa los municipios del sudoeste bonaerense, combina la pasión por la gastronomía con la belleza de la naturaleza.
La Ruta del Olivo abarca aproximadamente 50 establecimientos dedicados al cultivo de olivos, distribuidos en más de 2500 hectáreas. Esta región, que incluye los municipios de Patagones, Villarino, Puan, Bahía Blanca, Coronel Rosales, Tornquist y Coronel Dorrego, es conocida por sus óptimas condiciones para el cultivo de olivos, así como para viñedos.
Entre los muchos establecimientos que operan en esta área se encuentran tanto emprendimientos familiares como grandes producciones que abastecen al mercado nacional e internacional. Según la Subsecretaría de Turismo de la Provincia de Buenos Aires, la producción de Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) en la provincia supera el millón de litros anuales.
Los visitantes de la Ruta del Olivo pueden disfrutar de visitas guiadas en los distintos establecimientos, donde aprenderán sobre el proceso de producción del aceite de oliva y participarán en catas de degustación. Algunas de las fincas más recomendadas incluyen Epu Antu en Puan, Sabor Pampeano en Villarino, y La Comarca, El Faro, Olio Pampa y Olea Fragans en Coronel Dorrego.
Entre las destacadas se encuentra El Faro, que ha sido galardonado con el primer premio en la categoría “frutado intenso del hemisferio sur” en la Feria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines, Expoliva 2019, celebrada en Jaén, España. “Nuestra plantación en Faro cuenta con condiciones climatológicas y de suelo similares a las del Mediterráneo, lo que permite obtener un aceite con alto contenido oleico y baja acidez”, aseguran en su página web.
La Ruta del Olivo también tiene un toque de historia y simbolismo. En la localidad de Cabildo, en el partido de Bahía Blanca, se encuentra un olivo centenario en el establecimiento “La María Teresa”. De este olivo se extrajeron dos brotes que fueron enviados hace diez años a El Vaticano. Uno de ellos fue plantado el 26 de mayo de 2014 por el Papa Francisco en el huerto de Getsemaní, un lugar emblemático en la tradición cristiana. El otro brote fue destinado a la residencia pontificia en Castel Gandolfo, Italia.
“Este olivo es un símbolo del esfuerzo y la dedicación de los productores olivícolas en Argentina. Representa el crecimiento de la olivicultura en nuestro país y la calidad de nuestro trabajo”, comenta Víctor Tomaselli, miembro de la Cooperativa Olivícola Patagonia de Cabildo y promotor de la donación al Vaticano.
La Ruta del Olivo en Buenos Aires no solo ofrece una experiencia gastronómica y cultural, sino que también destaca el compromiso de la provincia con la producción de aceite de oliva de alta calidad y su impacto en la escena internacional.