Por Agroempresario.com
La reciente decisión de ceder 41 hectáreas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en Salta para viviendas sociales ha encendido alarmas en la comunidad agropecuaria. Ahora, Bariloche podría enfrentar una situación similar, con la posible desafectación de tierras ubicadas en la estratégica costa del lago Nahuel Huapi, un área de alto valor inmobiliario.
Estas tierras, que actualmente pertenecen a la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) del INTA en Bariloche, son las únicas propiedades del organismo en la región. Su ubicación privilegiada no solo las hace valiosas desde el punto de vista inmobiliario, sino que también son fundamentales para la investigación y el desarrollo agropecuario.
Mauro Sarasola, director del INTA Bariloche, confirmó que estas son las únicas tierras del organismo en la región, aunque no hizo comentarios sobre el posible traspaso de las mismas. Esta situación ha generado inquietud entre los gremios y autoridades del INTA, quienes temen que el avance de proyectos inmobiliarios o de viviendas sociales pueda comprometer el futuro de las investigaciones en la zona.
En los últimos años, el INTA ha enfrentado desafíos similares en otros puntos del país. En la región de El Bolsón, cerca del Mirador del Azul, se estima que entre 200 y 300 hectáreas de campos experimentales fueron urbanizadas, lo que generó conflictos que afectaron el desarrollo de proyectos de investigación.
Mariano Lavin, interventor del Instituto de Planificación y Promoción de la Vivienda (IPPV) de Río Negro, negó que durante su gestión se haya solicitado la desafectación de tierras del INTA en Bariloche para viviendas sociales. Aclaró que no existe un pedido formal para ceder esas tierras, lo que, en principio, descartaría la posibilidad de que se utilicen con ese fin.
Mario Romero, secretario general de la Asociación del Personal del INTA (Apinta), expresó su preocupación por el posible avance sobre las tierras del INTA. Romero advirtió que la reciente implementación del “silencio administrativo positivo”, que entrará en vigor el 1° de noviembre, podría facilitar la cesión de terrenos si la Administración Pública Nacional no responde en tiempo y forma.
Esta medida permitiría que la falta de respuesta a una solicitud de cesión de tierras sea considerada como un consentimiento tácito, lo que podría abrir la puerta a proyectos inmobiliarios que comprometan los espacios destinados a la investigación y el desarrollo tecnológico en Bariloche.
El futuro de estas tierras, fundamentales para la actividad del INTA en la región, está en juego, y tanto autoridades como gremios permanecen en alerta para evitar que se repita el escenario de Cerrillos, Salta, en otras partes del país.