Por Agroempresario.com
Transcurrido ya el segundo tercio del año, el mercado ganadero argentino enfrenta un panorama complicado. Según un reciente informe del mercado ganadero de Rosario (Rosgan), se ha registrado una notable reducción en la oferta de invernada liviana que sale de los campos. Los datos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) revelan que la cantidad de terneros y terneras trasladados en agosto se contrajo a 732,582 animales, en comparación con los 935,846 de julio, y muy por debajo del pico de 1,642,016 ejemplares alcanzado en mayo.
En el acumulado de los primeros ocho meses de 2024, el total de terneros/as trasladados asciende a 7.68 millones, lo que representa un 7% menos que en el mismo período del año anterior. Este descenso en la movilización de animales se ve reflejado también en el porcentaje de avance de la zafra, que alcanza el 52% del stock inicial de 14.5 millones de cabezas al 31 de diciembre, comparado con el 55% y 54% de los últimos dos años.
Una de las principales causas de esta situación es la mayor retención de terneros por parte de los criadores. El informe indica que, en comparación con los años anteriores, los productores se han desprendido de entre 300,000 y 400,000 terneros menos de lo que deberían haber vendido hasta esta época. Este comportamiento podría generar un impacto significativo en la oferta de carne en el corto y mediano plazo.
A pesar de esta reducción en el traslado de terneros, los datos del feedlot presentan un escenario distinto. Actualmente, el nivel de encierre continúa siendo récord, con más de 2 millones de animales en stock, lo que representa un incremento del 5% al 6% en comparación con los últimos dos años. Sin embargo, se observa un cambio en la composición de los animales, con un aumento del stock de novillos, novillitos y vaquillonas en casi un 20%.
Desde enero hasta agosto de 2024, la cantidad de terneros y terneras ingresados a los feedlots ha caído un 9% respecto a 2023, mientras que las categorías de novillos, novillitos y vaquillonas han experimentado un incremento del 4% al 7%. Esta tendencia sugiere una mayor integración de recrías antes del ingreso a la fase de terminación en corrales, lo que podría dar lugar a una “incipiente recuperación” de los pesos de faena en los próximos meses.
El futuro del mercado ganadero argentino dependerá de cómo se desarrollen estas dinámicas en el corto plazo. La reducción en la oferta de invernada liviana plantea desafíos que los productores deberán enfrentar, mientras que el aumento en los corrales podría ofrecer una oportunidad para estabilizar la situación en el sector cárnico. La combinación de estos factores será crucial para determinar el rumbo de la ganadería en Argentina en los meses venideros.