Por Agroempresario.com
La economía argentina en 2025 se presenta con oportunidades de crecimiento, pero también con riesgos que podrían amenazar la estabilidad. Según un análisis de BBVA Research, la actividad económica del país se recuperará con un crecimiento del PBI del 6%, tras una contracción esperada del 4% en 2024. Sin embargo, la entidad internacional advirtió sobre tres grandes riesgos que podrían afectar este pronóstico.
El primer riesgo está relacionado con la posibilidad de eventos climáticos extremos, como la sequía que afectó a la producción agrícola en 2023. Este tipo de fenómenos naturales tiene un impacto directo en las exportaciones y en el ingreso de divisas, debilitando la economía en un sector clave como el agroindustrial.
El segundo riesgo es la pérdida de aprobación social del gobierno, que podría generar inestabilidad política y social. Según la última encuesta de Opina Argentina, la imagen del presidente Javier Milei ha caído seis puntos, situándose en su nivel más bajo desde el inicio del mandato. La insatisfacción social podría escalar, afectando la capacidad del gobierno para implementar sus políticas económicas.
El tercer peligro es el retraso en la eliminación de los controles cambiarios, lo que podría aumentar la desconfianza en el mercado y presionar el tipo de cambio. Si bien las reservas se ven fortalecidas por el blanqueo de capitales y la posible entrada de dólares a través de acuerdos con bancos, el gobierno no ha definido una fecha para la liberación del cepo cambiario, condicionada a la eliminación de los pasivos remunerados y una convergencia inflacionaria cercana al 0%.
En cuanto a la inflación, BBVA prevé una desaceleración, estimando un 130% interanual para diciembre de 2024 y una caída al 40% para fines de 2025. Estas proyecciones difieren ligeramente de las del Banco Central, que espera un 38,4% para 2025, aunque ambas reflejan un panorama de inflación elevada pero en proceso de control.
Pese a estos desafíos, el gobierno argentino espera sostener un crecimiento que permita superar la recesión actual y proyectar estabilidad a largo plazo. Los próximos meses serán clave para determinar si las condiciones internas y externas permiten cumplir con estas expectativas optimistas.