Por Agroempresario.com
Durante los primeros ocho meses de 2024, las exportaciones de carne vacuna de Argentina alcanzaron las 590,2 mil toneladas res con hueso (tn r/c/h), lo que representa un crecimiento del 2% interanual, según el último informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA). Este incremento refleja el rol estratégico de las exportaciones en un contexto de contracción del consumo interno.
El comercio exterior se consolidó como la principal vía de escape para la industria cárnica, ya que las ventas al mercado doméstico continúan en baja. Según CICCRA, el consumo aparente de carne vacuna en el país descendió un 11,2% en comparación con 2023, alcanzando 1,466 millones de toneladas r/c/h, el nivel más bajo desde 1998. La inflación y los altos precios locales fueron los principales factores que contribuyeron a esta retracción.
Uno de los datos más destacados del informe es que las exportaciones representaron el 28,7% de la producción total de carne vacuna durante este período, el mayor porcentaje en 28 años. En comparación, en 2023, las exportaciones habían alcanzado el 26% de la producción, y en 1996 solo un 8,9%. Este aumento histórico posiciona a las exportaciones como un motor clave del sector, en un momento en que el mercado interno pierde fuerza.
A pesar de este crecimiento en las ventas externas, la producción de carne no logró mantener el mismo ritmo. Entre enero y agosto de 2024, la producción total alcanzó las 2,419 millones de toneladas r/c/h, lo que representa una caída del 2,7% respecto al mismo período del año anterior. Esta contracción está ligada a la reducción de la faena, que descendió un 2,7%, totalizando 8,625 millones de cabezas. Si bien el peso promedio en gancho de los animales faenados aumentó a 230 kilogramos, este factor no ha sido suficiente para contrarrestar la caída en la oferta.
La situación plantea desafíos para la sostenibilidad de las exportaciones. Si bien la orientación exportadora ha sido clave para mantener la estabilidad del sector, el informe advierte que será crucial incrementar la producción de ganado para sostener los actuales niveles de exportación en los próximos meses.
Con un consumo per cápita de carne vacuna en 46,8 kilogramos, el más bajo en décadas, la industria enfrenta un escenario de incertidumbre en el mercado local. No obstante, la fortaleza del comercio exterior sigue ofreciendo una vía para que los frigoríficos y productores mantengan sus niveles de ingresos, adaptándose a un panorama cada vez más desafiante tanto en el ámbito nacional como internacional.