Por Agroempresario.com
En el marco de la Feria Internacional de Turismo (FIT) en Buenos Aires, Marco Ferraz, presidente de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) en América del Sur, expuso su visión sobre el futuro de la industria de cruceros en Argentina. En su intervención, Ferraz subrayó que el crecimiento del sector depende de inversiones significativas y políticas de Estado que favorezcan la actividad.
“Para crecer, es necesario inversión y políticas de Estado”, afirmó Ferraz, quien destacó que la temporada alta de cruceros, que se extiende hasta abril, es crucial para el desarrollo del sector. El empresario reveló que el sueño de la industria es tener barcos operando todo el año en las aguas argentinas, aunque advirtió que esto requiere “una regulación adecuada, mayor conectividad y una mejor infraestructura”.
La industria de cruceros en Argentina presenta un panorama alentador, con un total de 31,7 millones de pasajeros a nivel mundial en el último año, lo que representa un crecimiento del 7% respecto a 2019, último año prepandémico. “América del Sur es una región importante para la asociación. Por primera vez, tenemos un millón de cruceristas viajando en barcos en América del Sur”, indicó Ferraz, destacando que los destinos internacionales más populares para los sudamericanos son el Caribe y Europa.
Ferraz explicó que en Argentina existen tres tipos de operaciones de cruceros: cabotaje, viajes alrededor del mundo que incluyen paradas en el país, y cruceros hacia la Antártida, que zarpan desde Ushuaia. En este sentido, anticipó que durante la actual temporada se esperan 130 recaladas en Buenos Aires, con barcos que permanecen hasta tres días, y 550 recaladas en Ushuaia, donde operan barcos más pequeños de expedición.
Si bien los números de recaladas se mantienen estables, Ferraz considera que es esencial que la Argentina adopte decisiones gubernamentales estratégicas para atraer más cruceros a sus costas. “Estamos hablando con el gobierno para bajar costos, para tener una infraestructura actualizada”, explicó. En particular, mencionó que el costo de recalar en Buenos Aires es significativamente más alto que en puertos europeos, lo que representa un desafío para la competitividad del país.
El ejecutivo también se refirió al impacto que tiene el turismo receptivo en la industria de cruceros, señalando que, a pesar de una caída en este sector, las cifras de cruceros han permanecido estables. “Estamos buscando mejorar la performance en 2025/2026, y para ello es fundamental presentar un plan de costos en el corto y mediano plazo”, añadió.
Ferraz concluyó resaltando la importancia de la colaboración entre los sectores público y privado para fomentar un crecimiento sostenible en la industria de cruceros. “El 87% de los turistas que llegan al destino por el crucero quieren volver después a esa ciudad”, afirmó, enfatizando el impacto positivo que estos visitantes generan en la economía local y la generación de empleo.
Con el impulso adecuado, Argentina tiene el potencial de convertirse en un destino de cruceros de primer nivel en América del Sur, atrayendo turistas de todo el mundo y consolidando su lugar en el mapa del turismo internacional.