Por Agroempresario.com
En un cambio histórico para la ganadería argentina, el Gobierno anunció la implementación de un sistema de trazabilidad electrónica obligatoria para bovinos, bubalinos y cérvidos. La medida, oficializada mediante la resolución 71 de la Secretaría de Agricultura, tiene como objetivo mejorar las exportaciones de carne vacuna a mercados de alto valor comercial, como Japón. Este avance fue anticipado en una nota de La Nación, donde se destacó que el nuevo sistema reemplazará la trazabilidad analógica y manual por una individual y electrónica, garantizando un seguimiento preciso desde el campo hasta los frigoríficos.
La implementación del sistema comenzará de manera gradual el 1° de marzo de 2025, coincidiendo con el destete y el primer movimiento de terneros. Para el 1° de julio de 2026, se convertirá en una obligación para todo el ganado, lo que representa un cambio significativo para el sector, que actualmente cuenta con un stock de aproximadamente 53,5 millones de cabezas vacunas. Para facilitar esta transición, el Gobierno financiará el costo de los dispositivos electrónicos a través de un préstamo del Banco Mundial, asegurando que los productores no tengan que afrontar gastos hasta esa fecha.
La resolución establece que, a partir del 1° de marzo de 2025, todos los terneros deberán ser identificados al destete o en su primer movimiento. Aquellos animales que no cuenten con identificación oficial preexistente deberán ser identificados electrónicamente antes del 31 de diciembre de 2025. El artículo 5 de la norma indica que el Estado proporcionará, sin costo para los productores, la cantidad necesaria de dispositivos electrónicos hasta el 30 de junio de 2026.
Este cambio se considera fundamental para abrir nuevos mercados, dado que países como Japón, el tercer importador de carne vacuna del mundo, requieren trazabilidad electrónica para permitir la entrada de productos sin restricciones. Según datos de La Nación, Japón compró en 2023 unas 702.000 toneladas de carne vacuna, mientras que Argentina solo logró exportar unas 30 toneladas desde la Patagonia, libre de aftosa sin vacunación.
La nueva normativa no solo responde a la demanda de mercados internacionales, sino también a las exigencias de los consumidores, quienes buscan cada vez más información sobre los procesos de producción. La resolución 71 sostiene que "los consumidores, tanto a nivel nacional como internacional, exigen cada vez más información de los procesos de producción de los alimentos, en lo relativo a producciones sostenibles, trazables, que tengan en cuenta el bienestar animal".
La implementación de este sistema de trazabilidad electrónica representa un paso decisivo para la modernización de la ganadería argentina, permitiendo un mejor acceso a mercados internacionales y un posicionamiento más sólido de la carne argentina en el contexto global. La medida busca garantizar la competitividad del sector y responder a las crecientes demandas del consumidor por productos trazables y de calidad.