Por Agroempresario.com
La fruticultura argentina da un paso adelante con la introducción de Silvana INTA, una nueva variedad de ciruelo japonés que se perfila como una opción prometedora para los productores del país. Desarrollada por la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) San Pedro, esta ciruela bicolor destaca por su sabor dulce y baja acidez, características que la hacen ideal para el consumo fresco en un mercado cada vez más exigente.
Con un tamaño promedio de 110 gramos, la Silvana INTA se distingue por su piel de fondo amarillo, cubierta en un 80 % por un atractivo rojo intenso. Su pulpa, de color amarillo pálido, ofrece una textura suave que se espera conquiste a los consumidores más exigentes. Además, fue inscrita en el Registro Nacional de Cultivares a principios de 2024, lo que marca un hito importante para su comercialización.
La cosecha de esta nueva variedad comienza en enero, permitiendo a los productores aprovechar la demanda del mercado de verano. Aunque requiere aproximadamente 510 horas de frío invernal para un desarrollo óptimo, su adaptabilidad a diversas condiciones climáticas la convierte en una opción atractiva para los fruticultores argentinos.
El desarrollo de Silvana INTA se inscribe dentro de una estrategia más amplia del INTA San Pedro, que cuenta con una colección de más de 350 variedades de frutales de carozo. Cada año, la estación organiza jornadas de campo donde los productores pueden conocer los avances en el mejoramiento de estos cultivares. Durante una de estas visitas en 2022, Silvana INTA despertó un gran interés, lo que impulsó su inscripción y posterior comercialización.
Sin embargo, la nueva variedad presenta desafíos. Es autoincompatible, lo que significa que necesita ser plantada junto a otras variedades con floración coincidente para asegurar la polinización. A pesar de este inconveniente, su atractivo aspecto y cosecha temprana la convierten en una opción tentadora para aquellos que buscan diversificar su oferta en el mercado de ciruelas frescas.
En un contexto donde los productores de ciruelas en Argentina, particularmente en Mendoza y Río Negro, enfrentan desafíos significativos, la incorporación de Silvana INTA llega como una bocanada de aire fresco. La superficie cultivada ha disminuido de 17,000 a 10,000 hectáreas, lo que ha afectado la capacidad exportadora del país. Sin embargo, el Instituto de Desarrollo Rural (IDR) anticipa un repunte en la producción de ciruelas frescas, con Mendoza proyectando alcanzar las 121,245 toneladas este año.
La competencia internacional, especialmente con Chile, principal productor mundial de ciruelas secas, representa un reto constante. A pesar de esta rivalidad, los productores argentinos mantienen la esperanza de recuperar terreno en el mercado global. La combinación de la nueva variedad Silvana INTA y el repunte proyectado en la producción podrían marcar el comienzo de una nueva etapa para la fruticultura argentina.
Con el futuro del sector frutal en juego, la innovación y la investigación continúan siendo pilares fundamentales. Silvana INTA no solo representa una nueva variedad, sino también una oportunidad valiosa para que los fruticultores argentinos mejoren su rentabilidad y enfrenten los retos del mercado internacional.