La empresa Aemetis Biogas ha desarrollado una innovadora instalación centralizada de biogás que, por primera vez, recolecta estiércol de varios tambos para producir gas natural renovable (RNG). Este sistema pionero se encuentra en el condado de Merced, una región con una alta concentración de tambos, y representa un avance significativo en la gestión de residuos y la producción de energía limpia.
Aemetis Biogas es una subsidiaria de Aemetis, Inc., una compañía con sede en Cupertino, California, que se especializa en la producción de gas natural renovable y biocombustibles de baja intensidad de carbono. Desde su fundación en 2006, Aemetis ha estado a la vanguardia del desarrollo de tecnologías que reemplazan los productos derivados del petróleo y reducen las emisiones de gases de efecto invernadero. Además de su red de biodigestores, la empresa opera plantas de etanol y biodiésel en Estados Unidos e India, y está desarrollando una refinería para producir combustibles sostenibles para la aviación.
Cómo funciona el sistema multi-tambo
El corazón de este proyecto es un biodigestor anaeróbico centralizado que recibe estiércol de más de 14.000 vacas de cuatro tambos situados a menos de un kilómetro de distancia. A través de un sistema de tuberías interconectadas, el estiércol se transporta hacia el biodigestor, donde se convierte en gas natural renovable mediante un proceso de descomposición controlada. Se espera que esta instalación genere más de 200.000 MMBtu de RNG por año, contribuyendo significativamente a la descarbonización del sector energético.
Este modelo colaborativo no solo maximiza la eficiencia en la gestión de residuos, sino que también beneficia económicamente a los tambos participantes, que podrán acceder a incentivos fiscales y créditos de carbono bajo programas como el Low Carbon Fuel Standard (LCFS) de California. La producción de energía renovable a partir de estiércol no solo ayuda a reducir las emisiones de metano, un gas de efecto invernadero 25 veces más potente que el CO₂, sino que también genera ingresos adicionales para los productores lácteos.
A pesar de su éxito en California, este modelo de biodigestor multi-tambo no es fácil de replicar en otras partes del mundo. La alta concentración de tambos en el condado de Merced es un factor clave para la viabilidad de este proyecto, ya que permite que el transporte del estiércol sea logísticamente eficiente y económicamente viable. En regiones donde los tambos están más dispersos, la construcción de la infraestructura necesaria —como tuberías y sistemas de transporte— podría representar un desafío considerable, tanto en costos como en tiempo de implementación.
La densidad de tambos en California crea un ecosistema propicio para este tipo de proyectos, lo que lo convierte en un modelo ideal para zonas con características similares. Sin embargo, en otras áreas geográficas, donde los tambos están más alejados entre sí, los costos logísticos podrían obstaculizar su adopción masiva.
El biodigestor multi-tambo de Aemetis es solo el comienzo. Actualmente, la empresa genera aproximadamente 300.000 MMBtu de RNG al año a partir de residuos de diez tambos. Sin embargo, con la puesta en marcha de esta nueva instalación y otros dos biodigestores en proceso, la producción se incrementará a 550.000 MMBtu al año para finales de 2024.
Aemetis ya ha firmado acuerdos con 48 tambos adicionales, y planea añadir otros 27 en los próximos años, lo que le permitirá alcanzar una producción de más de 1,6 millones de MMBtu anuales de RNG. Esto representaría un ingreso anual de más de 250 millones de dólares, impulsando no solo la economía local, sino también contribuyendo de manera significativa a la lucha contra el cambio climático.
Este innovador sistema de biodigestores multi-tambo ofrece una clara muestra de cómo la colaboración puede ser clave para alcanzar metas de sostenibilidad. En un contexto global donde la descarbonización es una prioridad, este proyecto marca un camino a seguir para otras regiones que cuenten con una infraestructura similar.
Sin embargo, la replicación a gran escala dependerá de varios factores, como la densidad de tambos, la infraestructura disponible y el apoyo gubernamental. Mientras que California se beneficia de su alta concentración de tambos y políticas de incentivos, otros países tendrán que evaluar cuidadosamente sus capacidades antes de adoptar este modelo.
A pesar de las barreras, este proyecto deja una lección importante: la innovación en la gestión de residuos puede no solo mitigar el impacto ambiental de la ganadería intensiva, sino también generar nuevas fuentes de ingresos y energía renovable. En última instancia, el biodigestor multi-tambo de Aemetis podría convertirse en un modelo a seguir, demostrando que la sostenibilidad y la rentabilidad pueden ir de la mano.
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