Por Agroempresario.com
En un mundo donde los recursos naturales son cada vez más limitados, la búsqueda de alternativas sostenibles en la agricultura es esencial. La mecanización de la cosecha en cañaverales mediante surcos estrechos se presenta como una solución innovadora para el sector cañero de Tucumán.
Investigadores del INTA Famaillá han logrado un avance significativo al realizar, por primera vez, la cosecha mecanizada en cañaverales cultivados con surcos de 1,2 metros, en lugar del tradicional 1,6 metros. Este progreso, liderado por el Dr. Julio Víctor Sáez y su equipo, no solo busca aumentar la producción, sino también optimizar la captura de radiación solar, un recurso clave para la fotosíntesis y la producción de biomasa en la caña de azúcar.
La implementación de surcos estrechos permite maximizar la exposición de la caña a la radiación solar, lo que se traduce en un incremento de hasta el 28% en los rendimientos, según los ensayos del INTA. Este modelo responde a la necesidad de aumentar la productividad en un contexto de recursos finitos y promueve una utilización más eficiente de la tierra.
El éxito de esta iniciativa no se limita a la mayor captura de radiación. La mecanización de la cosecha con el prototipo de la cosechadora Cañera INTA, diseñado para operar en sistemas de surco estrecho, es clave. Este equipo liviano y ágil reduce el pisoteo de las cepas y la compactación del suelo, problemas comunes que afectan la regeneración de los cultivos en temporadas siguientes.
La Cañera INTA representa una transformación en la mecanización de la caña de azúcar. Cosechar en surcos más estrechos no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también reduce el uso de insumos y combustible, contribuyendo a una agricultura más sostenible. Además, la menor presión sobre el suelo favorece su preservación, un factor esencial para mantener la fertilidad a largo plazo.
El Dr. Sáez señala que el próximo desafío será evaluar los efectos de esta tecnología en la brotación de la soca, es decir, en el ciclo posterior a la cosecha. Este análisis será determinante para medir el impacto integral del sistema en la productividad y sostenibilidad.
En un contexto agrícola que demanda soluciones eficientes y sostenibles, la adopción de tecnologías como el sistema de surcos estrechos y la mecanización optimizada son pasos necesarios para cerrar la brecha entre rendimiento y sostenibilidad. No se trata solo de producir más, sino de hacerlo de manera consciente en el uso de recursos.
Las repercusiones de estas innovaciones no se limitan a lo agronómico. Al optimizar el uso de insumos, los productores pueden reducir costos operativos y aumentar la competitividad. Si se aplican a gran escala, estas tecnologías tienen el potencial de transformar el sistema productivo de la caña de azúcar, haciéndolo más sostenible en el tiempo.