Por Agroempresario.com
La Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR) anunció que el Índice de Actividad del Mercado Inmobiliario Rural (InCAIR) alcanzó en septiembre de 2024 su punto más alto en los últimos diez años, consolidando una tendencia de crecimiento sostenido en la venta y alquiler de campos en todo el país.
Este índice, que mide la evolución del sector, se ubicó en 51,93 puntos, un nivel que no se veía desde septiembre de 2014. Aunque el máximo histórico sigue siendo el registrado en septiembre de 2011 con 97,5 puntos, el reciente repunte evidencia un renovado interés por parte de los inversores y compradores.
El InCAIR refleja no solo la actividad comercial de las inmobiliarias rurales, sino también la cantidad de avisos publicados en medios nacionales y plazas del interior, así como las operaciones concretadas durante el periodo analizado. Según la CAIR, las consultas y visitas a propiedades rurales han crecido de forma constante, impulsadas por una mayor estabilidad económica y el interés en activos agropecuarios.
“El número de nuevos campos a la venta se mantiene firme, lo que indica que la oferta sigue siendo atractiva para los inversores,” destacaron desde la Cámara. Este dinamismo sugiere una demanda sostenida, tanto para operaciones de compraventa como de alquileres, con perspectivas positivas para el cierre del año.
Desde la CAIR, señalan que la estabilidad en las variables macroeconómicas ha permitido una lenta pero progresiva recuperación del mercado. Esta mejora en la confianza del sector agrícola y ganadero ha generado un renovado interés por parte de actores locales e internacionales.
Si bien el escenario económico sigue siendo un factor determinante, las perspectivas para el mercado inmobiliario rural son optimistas. Las inversiones en tierras agrícolas continúan posicionándose como una alternativa atractiva frente a otros activos financieros. Además, se espera que este repunte genere un efecto positivo en la economía regional, incentivando el desarrollo de actividades productivas en el interior del país.
El comportamiento del mercado en los próximos meses dependerá en gran medida de la continuidad de la estabilidad económica y las condiciones del sector agropecuario. De mantenerse esta tendencia, 2024 podría cerrar como uno de los años más relevantes para el mercado inmobiliario rural en la última década.