A principios del siglo XX, parte de la comunidad inmigrante en Argentina (europeos, árabes y asiáticos), apoyados en la históricamente generosa provisión de granos de alta calidad, consolidó su industrialización mediante el aumento de la capacidad de molienda.
Simultáneamente, comenzó a gestarse una pujante industria panadera, confitera y de pastas frescas y secas en el país que abordó exitosamente los mercados internacionales.
La diversificación de la oferta, la tecnología y los sistemas de gerenciamiento y calidad que la industria alimenticia ha incorporado, han consolidado y ampliado su posición en el mercado nacional e internacional. Los principales productos ofrecidos son panes industriales; galletitas, dulces y de agua; pasta seca de maíz, sémola, trigo candeal, trigo pan o sarraceno, laminados, con o sin huevo y vegetales. Se destacan también los cereales y granolas, panificados dulces, pizzas y prepizzas, diversos snacks y productos listos como bizcochuelos, masas para empanadas y tartas.