La tensión entre el Gobierno y la industria se agudiza: claves del conflicto

Por Agroempresario.com

La relación entre el Gobierno y la industria argentina sigue siendo motivo de tensión. Durante la 30° Convención de la Unión Industrial Argentina (UIA), se evidenció una nueva grieta, luego de que la Casa Rosada decidiera no participar del evento. A tan solo un día del comienzo, tanto el presidente Javier Milei como el ministro de Economía, Luis Caputo, confirmaron su ausencia, lo que provocó un malestar palpable entre los empresarios.

El único funcionario que asistió al evento fue Juan Pazo, secretario de Producción, quien no estaba en los planes iniciales de los organizadores. Sin embargo, Daniel Funes de Rioja, presidente de la UIA, intentó restarle importancia a la ausencia de figuras clave. "No nos vaciaron el encuentro; esto está lleno de empresarios", afirmó, buscando minimizar el impacto de las bajas.

A pesar de sus esfuerzos por mantener el evento con la mayor normalidad posible, la ausencia de Milei y Caputo marcó un claro mensaje de distanciamiento. Mientras tanto, algunos empresarios no se mostraron sorprendidos. "Cada vez que puede nos tira con algo. O que no invertimos o que somos los culpables de la inflación", señaló el CEO de una importante empresa. Esta percepción se incrementó luego de las declaraciones de Milei en el Día de la Industria, cuando afirmó que “para proteger a la industria se le robó al campo”, lo que fue interpretado como el inicio de una ruptura con el sector.

La apertura desmedida de importaciones, medida que el Gobierno comenzó a implementar, también está en el centro del conflicto. Empresarios alertan sobre el impacto negativo que estas decisiones pueden tener en diversas industrias, especialmente en la manufactura local. "Para que venga y haga lo que ya hizo en el Día de la Industria, mejor que no venga", expresó uno de los empresarios presentes en el evento.

Además de las importaciones, la falta de consumo es otro factor que agrava la situación. Los empresarios coinciden en que el nivel de consumo sigue siendo bajo, lo que atribuyen a la pérdida de poder adquisitivo de la población debido a las políticas económicas del Gobierno. Si bien reconocen una leve baja de la inflación, señalan que este fenómeno está estrechamente vinculado a la caída del consumo, sin que ello se traduzca en un beneficio real para la industria.

El Gobierno, por su parte, ha señalado que muchas empresas están especulando con un dólar más alto para ajustar precios, lo que sería responsable de la falta de caída más pronunciada de la inflación. En respuesta, se implementaron medidas que buscan presionar los precios de productos locales mediante un incremento en las importaciones.

A pesar de estos desacuerdos, los industriales no ven con malos ojos una confrontación directa con el Gobierno. “Nosotros vamos a apoyar; no tenemos intenciones de ponernos en la vereda de enfrente del Gobierno, pero tampoco vamos a quedarnos callados si se implementan medidas que van en contra de la industria nacional y el empleo”, aseguró uno de los empresarios consultados.

El conflicto entre el Gobierno y la industria parece estar lejos de una resolución definitiva, y aunque los empresarios mantienen un perfil bajo, las tensiones continúan creciendo a medida que las políticas gubernamentales afectan de manera directa al sector productivo.