El Clúster de Biotecnología de Córdoba celebró su última reunión ejecutiva en la sede de la Secretaría de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la Provincia, donde realizó un balance de las actividades desarrolladas en 2024 y se proyectaron acciones de cara a 2025 para potenciar la actividad.
Para el 2025 se prevé focalizar las acciones para impulsar la biotecnología en industrias como la agroalimentaria y de la salud, sectores que se benefician con mayor valor agregado en su producción y en sus servicios.
La reunión estuvo liderada por el secretario de Ciencia y Tecnología, Gabriel Raya Tonetti, y el presidente del Clúster, Guillermo Giraudo, quienes destacaron la importancia de la biotecnología para el desarrollo regional y resaltaron el papel fundamental de la colaboración entre los sectores público, privado y académico para consolidar la provincia como un referente en este ámbito.
En su intervención, Raya Tonetti subrayó: “Para el Gobierno provincial, impulsar la biotecnología es una política de Estado estratégica, clave para el fortalecimiento, la proyección y el liderazgo de Córdoba”.
Un hito destacado fue la incorporación del Laboratorio LACE como nuevo miembro del Clúster, que se suma a otras cinco prestigiosas instituciones integradas el mes pasado. Reconocido por su excelencia en servicios de análisis, control de calidad e investigación aplicada, LACE aporta su experiencia para enriquecer el ecosistema de innovación provincial.
Con esta última adhesión, el Clúster suma más organizaciones público-privadas comprometidas con el desarrollo de la biotecnología, uno de los pilares de la Economía del Conocimiento en Córdoba.
Giraudo señaló que, de las 12 organizaciones incorporadas al clúster, siete se integraron durante este año. Y agregó: “Es fundamental la participación del Gobierno de la Provincia en el apoyo al ecosistema clúster, porque nos permite tener una mirada más integral y enfocada, respecto de lo que se requiere para avanzar estratégicamente”.
Raya Tonetti indicó el fomento de biotecnología en sectores como el agroalimentario y de la salud incrementa la competitividad y se traduce en la generación de puestos de trabajo calificados. “Para ello debemos continuar propiciando una mayor articulación de los actores públicos y privados junto al sistema científico tecnológico con el que cuenta nuestra provincia”, dijo.
Entre los asistentes a la reunión estuvieron representantes del Laboratorio de Hemoderivados de la UNC, la Fundación para el Progreso de la Medicina, la Secretaría de Vinculación Tecnológica de la UNC, la Universidad Católica de Córdoba, IAK Consulting, el Diálogo Argentino-Alemán para Innovaciones Agropecuarias y la Agencia Competitividad Córdoba, además de autoridades de la Secretaría de Ciencia y Tecnología, todos integrantes del clúster.
Córdoba ha experimentado un crecimiento significativo en biotecnología, impulsado por una conjunción de factores como el acceso a nuevas tecnologías y el desarrollo de talentos locales con cada vez más competencias. Esto está generando un impacto revolucionario en sectores como la medicina, la agricultura y la industria, con aplicaciones que van desde la mejora y extensión de cultivos en áreas cordobesas poco productivas, el mejoramiento genético vegetal y animal, hasta la producción de medicamentos y bioenergías.
A nivel nacional, Córdoba es referente en proyectos e investigadores de biotecnología, con más de 70 empresas y emprendimientos en la provincia que impulsan el desarrollo económico y la creación de empleo en la región.
Muchas de ellas están distribuidas por toda la geografía provincial lo que indica una tendencia a que estas ramas de las economías del conocimiento además promueven el arraigo con la localización de las personas en pueblos y ciudades del interior.
A las grandes capacidades y oportunidades observadas en Córdoba en esta actividad, también se advierten grandes desafíos. Parte del avance experimentado en materia de biotecnología se debe principalmente a emprendedores vinculados a organismos de Ciencia y Tecnología, así como a actores institucionales que coordinan esfuerzos para promover su desarrollo.
De acuerdo al mapeo, se han identificado 28 startups biotecnológicas, y aproximadamente el 80% de ellas tiene menos de 4 años de existencia.
Consolidando esta tendencia, la articulación entre el estado, la academia y el sector privado resulta clave para aprovechar las oportunidades de desarrollo.