Por Agroempresario.com
En un mundo donde los desechos crecen a un ritmo alarmante, el ingenio y la sostenibilidad están marcando el rumbo de nuevas iniciativas. Una de ellas es D.R.Y., la marca de ropa creada por Antonela Tonizzo, una emprendedora argentina que decidió transformar paraguas rotos en prendas únicas y sostenibles. Desde Sídney, Australia, gestiona este proyecto que ha reutilizado más de 2.000 paraguas desde su creación en 2021, demostrando que la moda puede ser una herramienta de cambio social y ambiental.
Antonela Tonizzo, actriz, bailarina y ferviente ambientalista, nació y creció en Buenos Aires. Hace más de una década comenzó a cuestionar sus hábitos de consumo, lo que la llevó a interesarse por la economía circular y a capacitarse de manera autodidacta en sostenibilidad y reciclaje. Con el tiempo, complementó su formación con una diplomatura en activismo y políticas socioambientales.
La inspiración para D.R.Y. surgió de un descubrimiento inesperado: los paraguas rotos no se reciclaban debido a la complejidad de separar sus componentes. “Pensé en Buenos Aires, en esos días de lluvia cuando los paraguas destartalados se amontonan en las calles. Fue entonces cuando me propuse investigar cómo darles una segunda vida”, relata.
Con el apoyo de una amiga diseñadora, decidió transformar esas telas en ropa. Así nació D.R.Y., un acrónimo de Design, Recycled y You, que además juega con la palabra "seco" en inglés, y que invita a los consumidores a ser parte del cambio hacia una moda más consciente.
El proceso comienza con la recolección de paraguas rotos o defectuosos, que llegan a D.R.Y. a través de puntos de acopio en Palermo (Ciudad de Buenos Aires) y San Miguel (provincia de Buenos Aires). Una vez recolectados, los paraguas se desarman manualmente para separar las telas y otros materiales como metal y plástico.
Cada prenda es diseñada y confeccionada artesanalmente por un equipo de costureras independientes, muchas de ellas mujeres jubiladas y jóvenes emprendedores que trabajan desde sus hogares. “Nada se hace al azar. Cada diseño se piensa hasta el último detalle para que las prendas sean funcionales, duraderas y sostenibles”, destaca Tonizzo.
Las estructuras de metal de los paraguas son donadas a comunidades Wichí, que las transforman en agujas de tejer, o a escultores locales que las utilizan en sus obras. Los retazos de tela se derivan a otros emprendimientos, mientras que los mangos plásticos se almacenan para futuros proyectos. “Buscamos ser una marca de basura cero, reinsertando todos los materiales en nuevas cadenas de producción”, explica.
Desde su fundación, D.R.Y. ha logrado reutilizar más de 2.000 paraguas, evitando que terminen en basurales. Cada campera o buzo de la marca utiliza, en promedio, seis paraguas, lo que refleja un impacto significativo en la reducción de residuos.
Además del compromiso ambiental, la marca fomenta la economía circular y local al trabajar con costureras independientes y pequeños talleres. "La moda no solo debe ser ética con el medio ambiente, sino también con las personas que la hacen posible. Es importante que el trabajo sea digno y equitativo", resalta Antonela.
Pese al éxito y reconocimiento de la marca, el camino no ha sido fácil. La falta de apoyo económico y las barreras para exportar productos desde Argentina llevaron a Antonela a emigrar a Australia, donde actualmente trabaja como actriz y gestiona D.R.Y. a distancia.
“Fue una decisión difícil, pero necesaria para seguir adelante con el proyecto. Desde aquí, estoy desarrollando un sitio web internacional que me permitirá llegar a más personas”, comparte. Aunque la tienda online en Argentina está momentáneamente pausada, la emprendedora asegura que sigue comprometida con su visión de una moda sostenible y ética.
Para Antonela, la clave de la sostenibilidad está en reutilizar lo que ya existe. “No tiene sentido seguir explotando recursos finitos si podemos transformar los desechos en algo nuevo y valioso”, reflexiona. Su creatividad ha llevado a D.R.Y. a convertirse en una marca multipremiada y referente en moda sostenible.
A través de su trabajo, esta emprendedora argentina demuestra que los desechos pueden convertirse en soluciones significativas, y que la moda puede ser una herramienta poderosa para generar conciencia y mejorar el planeta. "Cada prenda no solo viste, sino que cuenta una historia de cambio y compromiso con el futuro", concluye.
Con el apoyo de su comunidad, Antonela Tonizzo sigue apostando por un modelo de producción que combina innovación, sostenibilidad y responsabilidad social, inspirando a otros emprendedores a crear un impacto positivo desde sus propios proyectos.