Las Medialunas del Abuelo, la reconocida cadena de panaderías fundada en julio de 2000 por José María Sánchez, continúa su expansión con 80 locales y ventas anuales por $5.800 millones. La empresa, que nació en plena crisis económica con un modelo de “mono producto”, apunta a recuperar su presencia en Ciudad de Buenos Aires mediante un formato eléctrico que requiere una inversión inicial de US$ 25.000 por franquicia.
Sánchez transformó su panadería tradicional de Mataderos en un negocio centrado en las medialunas, eliminó productos de baja rotación y ofreció un precio competitivo de US$ 1,40 la docena. El éxito fue inmediato ya que, el primer local vendía 800 docenas por día en apenas dos semanas. La estrategia permitió otorgar franquicias por US$ 30.000 y consolidar un modelo replicable que llegó a contar con 180 sucursales y hasta una incursión en Miami, Estados Unidos.
Actualmente, la segunda generación de la familia, Carolina y Adrián Sánchez, impulsó la expansión con la apertura de uno o dos locales por mes. El nuevo formato eléctrico permite operar en espacios reducidos, y replicar el horneado tradicional sin necesidad de gas, mientras que la empresa mantiene su planta en Mataderos y logística propia, produce más de 2,1 millones de unidades mensuales y emplea a más de 130 personas. Además de las medialunas, la firma ofrece 40 productos, entre ellos pepas, budines y artículos envasados.
Con un retorno de inversión estimado en 12 meses y un modelo que no cobra royalties ni fee por renovación, la compañía proyecta un crecimiento del 20% para 2026. Con esto consolida su posición en el mercado y reafirma su estrategia de franquicias como motor de expansión.