Por Agroempresario.com
El gigante asiático, tras un largo feriado por el Año Nuevo Lunar, vuelve a tomar protagonismo en el mercado global de carne vacuna. China, el principal destino de la carne argentina, continúa siendo una pieza clave en el negocio internacional, pero su postura en cuanto a los precios está generando incertidumbre entre los exportadores. La situación actual, que muestra un estancamiento en la competitividad de los precios y una caída en las compras, está poniendo a prueba las expectativas para los próximos meses.
A pesar de los desacuerdos entre los productores chinos y los proveedores internacionales, la demanda por carne vacuna en China no muestra signos de disminuir. Sin embargo, las recientes caídas en los precios de compra están haciendo que el negocio sea menos atractivo para los exportadores. Según datos de Rosgan, en noviembre de 2024 los precios de algunos cortes de carne vacuna alcanzaron valores entre los USD 4.800 y USD 5.400 por tonelada, una cifra notablemente superior a los precios de los últimos meses. Para principios de 2025, los precios se habían reducido entre un 10% y un 15%, lo que ha generado preocupación sobre la rentabilidad para los exportadores argentinos.
El descenso en los precios de la carne vacuna en China ha tenido un efecto directo en el mercado local. En los primeros días de diciembre de 2024, el precio de la conserva en Argentina alcanzó picos de entre $1.500 y $1.800 el kilo. Sin embargo, para principios de 2025, los valores cayeron a entre $1.100 y $1.200 por kilo, lo que representa un retroceso significativo. Este cambio es casi el doble de lo que los exportadores están viendo en el mercado internacional, reflejando no solo una caída en la demanda, sino también un deterioro en la capacidad de compra de la industria local.
Las autoridades de Rosgan subrayan que, a pesar del crecimiento en el volumen de carne importada por China en 2024, que alcanzó un récord de 2,875 millones de toneladas, el mercado chino está viendo una desaceleración interna. Esto se debe a factores como la devaluación del yuan, que si bien ha buscado incentivar el consumo local, no ha logrado generar la reactivación esperada. Además, durante las festividades del Año Nuevo Lunar, los importadores estuvieron ausentes, lo que afectó las compras.
En cuanto a los precios, el informe de Rosgan también resalta que China alcanzó un volumen récord de carne importada en 2024, un 5% más que en 2023. Sin embargo, la caída de los precios durante ese mismo período fue del 8%, lo que representa el nivel más bajo de los últimos años, especialmente en comparación con el auge que vivió el mercado chino en 2018, cuando se vio afectado por la peste porcina africana.
Los exportadores de carne vacuna están expectantes sobre los próximos movimientos de China. Se espera que el mercado vuelva a la normalidad tras el Año Nuevo Lunar, pero las dudas sobre el futuro de los precios y la demanda persisten. Los cambios en las condiciones económicas internas de China, junto con la estrategia del gobierno para reducir los costos internos, podrían seguir influyendo en el negocio de la carne vacuna, tanto a nivel local como internacional.