Por Agroempresario.com
El hallazgo de nuevos casos de influenza aviar en Perú encendió las alarmas en Argentina. El virus, que ha afectado principalmente a aves acuáticas silvestres en el país vecino, representa una amenaza para la producción avícola local y el comercio internacional. En respuesta, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) ha puesto en marcha un refuerzo de vigilancia y ha emitido recomendaciones para prevenir la entrada del virus al territorio nacional.
En enero, el servicio veterinario peruano notificó los primeros brotes en aves de traspatio, lo que alertó a las autoridades sanitarias regionales. Argentina, con antecedentes de otros brotes de influenza aviar en la región, ha decidido adelantarse al problema para evitar complicaciones mayores y reforzar sus protocolos sanitarios.
Senasa ha instado a los establecimientos avícolas comerciales a extremar las medidas de higiene y bioseguridad. Se recomienda revisar la integridad de las mallas antipájaros para evitar la entrada de aves silvestres, garantizar la limpieza y desinfección de vehículos e insumos, y eliminar cuerpos de agua estancados que puedan atraer aves migratorias, principales portadoras del virus. Asimismo, se deben intensificar las labores de higiene en áreas donde se acumula materia fecal.
Los pequeños productores también juegan un rol crucial en la prevención. Se les aconseja mantener a las aves en espacios cerrados y protegidos, desinfectar con frecuencia los gallineros, y utilizar ropa y calzado exclusivo para manipular a las aves. Además, se debe restringir el acceso de aves silvestres a las fuentes de agua y alimentos.
La detección temprana de la influenza aviar es clave para evitar su propagación. Los productores deben estar atentos a síntomas como decaimiento, temblores, dificultades respiratorias, diarrea o inflamación en la cara de las aves. Además, la aparición de tres o más muertes de aves en un corto período debe ser reportada de inmediato, ya que podría ser un indicio de la enfermedad.
La influenza aviar no solo afecta la producción avícola, sino que también impacta la biodiversidad. Las aves migratorias, como patos y gansos, son vectores naturales del virus, lo que facilita su propagación. Por ello, es fundamental que los productores, técnicos y autoridades sanitarias trabajen de manera coordinada para controlar la enfermedad.
Senasa ha habilitado varios canales para que los productores reporten cualquier sospecha de la enfermedad. La prevención sigue siendo la clave para proteger la sanidad avícola del país y evitar el impacto del virus en la industria avícola nacional.