Por Agroempresario.com
El sector agroindustrial reafirmó su rol clave en la economía argentina durante 2024, aportando el 61% del total de las exportaciones nacionales y generando un superávit comercial de US$ 39.000 millones. Según el Monitor de Exportaciones Agroindustriales de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), las cadenas agroindustriales (CAI) alcanzaron un total exportado de US$ 48.370 millones, marcando un crecimiento del 25% respecto a 2023.
Este desempeño consolidó al agro como el principal motor de la generación de divisas en el país, con 6 de cada 10 dólares provenientes del campo. Argentina se mantuvo como líder mundial en la exportación de jugo y aceite de limón, además de consolidar su posición en el mercado global de aceite de soja.
El informe de FADA destacó que el 69,2% de las exportaciones agroindustriales correspondieron a las cadenas granarias, mientras que las economías regionales aportaron el 14,2%, el sector cárnico el 8,5%, los lácteos el 2,6% y otros rubros el 5,5%.
De las 20 cadenas productivas analizadas, 14 mostraron un crecimiento tanto en dólares como en volumen exportado. Entre ellas, la soja, el maíz, el trigo, el girasol y la carne vacuna fueron las más destacadas.
Sin embargo, no todas las cifras fueron positivas. El complejo del limón, el maní y el arroz aumentaron sus ingresos en dólares, pero con menores volúmenes exportados. En el caso de la cebada, el crecimiento se dio en toneladas pero no en valor. Peor fue el panorama para las legumbres y el sector avícola, que sufrieron caídas tanto en cantidad como en facturación.
El dinamismo de las exportaciones agroindustriales permitió que Argentina cerrara 2024 con un superávit comercial récord de US$ 18.898 millones, contrastando con el déficit de US$ 6.926 millones registrado en 2023.
“El Monitor de FADA es una herramienta clave para entender dónde estamos parados y hacia dónde vamos, con 20 cadenas productivas analizadas a partir de 10 indicadores”, explicó Natalia Ariño, economista de la fundación.
El resultado positivo de la balanza comercial se explicó en gran medida por la caída del 17% en las importaciones y el aumento del 19% en las exportaciones. Entre los sectores más dinámicos se destacó la agroindustria, pero también la energía, que recuperó terreno tras un 2023 con déficit.
El crecimiento de las exportaciones agroindustriales no solo contribuyó a mejorar la balanza comercial, sino que también resultó clave para la actividad económica y el empleo.
Antonella Semadeni, economista de FADA, destacó la importancia del sector en la generación de dólares genuinos para el país. “Las exportaciones son fundamentales porque no solo generan actividad económica y empleo, sino que también proporcionan las divisas necesarias para el crecimiento y reducen la dependencia de financiamiento externo”, explicó.
Además, las divisas obtenidas por el agro permiten que Argentina importe productos y servicios esenciales para su desarrollo, desde insumos industriales hasta tecnología.
Argentina continúa consolidándose como un actor clave en el comercio internacional de productos agroindustriales. En 2024, el país se mantuvo como el principal exportador mundial de jugo y aceite de limón, así como de aceite de soja. También ocupó el segundo lugar en la exportación de maní, porotos y yerba mate.
La carne vacuna argentina, presente en más de 54 países, tuvo un desempeño destacado con un crecimiento del 7% en comparación con 2023. Representó el 8% de las exportaciones agroindustriales, ubicándose como la tercera cadena generadora de dólares para el país.
Actualmente, Argentina exporta a más de 155 países, cubriendo el 80% del mercado global en distintos productos agroindustriales.
Brasil, Vietnam, China y Estados Unidos se encuentran entre los principales compradores de productos agroindustriales argentinos.
Brasil se destaca como importador de leche en polvo, cebada y trigo. Vietnam y China, por su parte, tienen una fuerte demanda de maíz y carne vacuna. Mientras tanto, Estados Unidos es uno de los mayores compradores de té, vinos, limones y madera.
Además, el informe de FADA reveló destinos menos conocidos pero estratégicos. Siria, por ejemplo, es el principal importador de yerba mate argentina, mientras que Alemania lidera la compra de lana. En tanto, Chile es el principal mercado de exportación del arroz argentino.
“La diversidad de mercados muestra la relevancia de las exportaciones argentinas en todo el mundo”, señaló Ariño.
De cara a 2025, las proyecciones de FADA indican que las exportaciones agroindustriales mantendrán una tendencia positiva, aunque con un superávit comercial menor al registrado en 2024.
Las expectativas de crecimiento en la economía global no presentan grandes cambios, pero la competitividad argentina podría verse afectada por la volatilidad del tipo de cambio.
En términos de oferta exportable, algunos sectores, como el vitivinícola y los lácteos, podrían mejorar su desempeño. Sin embargo, los granos enfrentan un panorama más desafiante debido a la baja en los precios internacionales, lo que podría condicionar el valor de las exportaciones en 2025.
Pese a estos desafíos, el agro seguirá desempeñando un rol clave en la economía argentina, consolidándose como el principal generador de divisas y afianzando su liderazgo en el comercio internacional.