Por Agroempresario.com
La reciente propuesta del gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, de imponer un nuevo impuesto a las exportaciones generadas por las petroleras en la región de Vaca Muerta ha generado un fuerte malestar entre las empresas del sector. A pesar de que la provincia había sido la primera en adherir al Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), que garantizaba estabilidad tributaria, ahora se encuentra en negociaciones para establecer una regalía de entre 0,5% y 1% sobre las ventas al exterior. Este cambio de reglas en pleno proceso de inversión ha puesto en alerta a las compañías involucradas.
El proyecto de construcción del oleoducto que conectará Vaca Muerta con Río Negro, con una inversión de US$3.000 millones, comenzó hace menos de dos meses, pero ya enfrenta controversias. Las empresas responsables de la obra, como YPF, Pan American Energy (PAE), Vista Energy, Pampa Energía, Chevron Argentina, Pluspetrol y Shell Argentina, se ven sorprendidas por esta nueva medida. A pesar de que el impacto económico en términos absolutos no es significativo, con una proyección de entre US$22 millones y US$46 millones por año, el principal inconveniente radica en el cambio de las condiciones una vez iniciada la obra, lo que pone en duda la estabilidad a largo plazo para las inversiones.
Este nuevo impuesto a las exportaciones podría tener un efecto indirecto sobre el proyecto, que ya está en marcha y tiene como objetivo el transporte de 180.000 barriles diarios para el cuarto trimestre de 2026. La controversia radica principalmente en el hecho de que la extracción del recurso se realiza en la vecina provincia de Neuquén, y las petroleras no estaban preparadas para asumir costos adicionales por regalías sobre el transporte y la exportación de petróleo.
En la misma línea, las autoridades de Río Negro argumentan que el nuevo impuesto responde a la necesidad de compensar el impacto económico generado por la explotación del recurso hidrocarburífero, que pasará por su territorio. Sin embargo, la inquietud en el sector es que este tipo de cambios podría sentar un precedente para futuros proyectos, no solo en la región de Vaca Muerta, sino también en otras zonas productoras de recursos naturales en Argentina.
Cabe recordar que Río Negro fue la primera provincia en adherir al RIGI, un régimen que prometía estabilidad tributaria y fiscal para fomentar la inversión en el sector energético. A través de este régimen, las provincias que se suman a la ley 27.742 –como fue el caso de Río Negro– se comprometen a no crear nuevos impuestos que afecten a las empresas durante la vigencia del régimen. Por ello, el cobro de regalías adicionales a las exportaciones, aunque sea de un porcentaje bajo, genera un rechazo importante, ya que contradice las promesas hechas por las autoridades provinciales al momento de atraer las inversiones.
Uno de los puntos clave que ha generado rechazo es el hecho de que este tipo de medidas no se habían anticipado en las negociaciones previas a la construcción del oleoducto. Cuando Río Negro competía con Buenos Aires por la instalación de los proyectos, el gobernador Weretilneck había presentado una propuesta atractiva, el "mini RIGI" provincial, que ofrecía beneficios adicionales como la exención de impuestos locales durante diez años. Sin embargo, ahora, con la obra ya en marcha, se plantea la posibilidad de imponer un nuevo gravamen, lo que crea incertidumbre sobre las condiciones futuras.
A nivel local, las empresas involucradas en el proyecto no solo enfrentan la modificación de las condiciones fiscales, sino también una situación más compleja para las empresas internacionales, como Chevron y Shell, que han tardado más tiempo en ingresar al proyecto debido a los complejos trámites y permisos necesarios en sus casas matrices. Estas compañías se ven ahora obligadas a explicar por qué se modificaron las condiciones tan rápidamente, lo que podría generar un retroceso en la percepción de la estabilidad jurídica y económica del país.
El gobernador Weretilneck, por su parte, ha mantenido silencio público sobre el tema, explicando que las negociaciones siguen en curso. Sin embargo, dentro del sector energético se especula que se podría llegar a un acuerdo en el que se pague un bono para financiar infraestructura provincial o para inversiones sociales durante un plazo determinado. De ser así, la medida no modificaría sustancialmente el costo de la obra, pero sí podría generar una mayor incertidumbre a futuro sobre las condiciones fiscales para el sector.
Lo que está en juego no es solo un impuesto adicional, sino el principio mismo de estabilidad que había sido fundamental para que las empresas apostaran por el desarrollo de proyectos de gran escala como el oleoducto de Vaca Muerta. De imponerse este nuevo gravamen, se sentaría un precedente peligroso para futuras inversiones en el país, ya que las petroleras temen que otras provincias puedan seguir el mismo camino y modificar las condiciones fiscales una vez que las inversiones estén en curso.
A nivel nacional, el artículo 202 de la Ley 27.742 establece una estabilidad tributaria para los proyectos que adhieren al RIGI, asegurando que no se podrán crear nuevos impuestos a las exportaciones una vez que el régimen haya sido adoptado por las provincias. En este contexto, la posibilidad de que Río Negro imponga un impuesto adicional a las exportaciones podría ser considerada ilegal por algunos sectores, ya que contradiría la ley nacional de hidrocarburos que establece que las regalías solo pueden cobrarse por la extracción del recurso, y no por el transporte o la logística de los hidrocarburos.
En este sentido, Javier Constanzó, abogado especializado en energía, considera que el cobro de regalías sobre el servicio de transporte de petróleo podría ser un precedente peligroso, ya que afectaría la estabilidad jurídica del sector y podría complicar el futuro de proyectos similares en el país. Además, la propia ley nacional establece que solo se pueden cobrar regalías sobre la extracción de recursos, lo que genera dudas sobre la legalidad de la medida propuesta por Río Negro.