Por Agroempresario.com
Desde el anuncio de la baja temporal de retenciones, el agro ha aportado cerca de USD 1.700 millones a las reservas del Banco Central. Sin embargo, a pesar de la recepción positiva de la medida entre los productores, la liquidación de divisas sigue siendo significativamente menor en comparación con los niveles previos a la implementación de la política. En particular, el promedio de ventas de granos al exterior, que antes de la baja de retenciones rondaba los USD 117 millones semanales, se redujo a apenas USD 58 millones en los últimos días.
El recorte de las alícuotas impositivas para varios productos clave del agro, como la soja, los cereales y el girasol, fue bien recibido por los productores. La soja pasó del 33% al 26%, sus derivados del 31% al 24,5%, y otros cultivos como el trigo, maíz y sorgo, de 12% a 9,5%. A pesar de este alivio impositivo, los resultados inmediatos en términos de liquidez y ventas al exterior no han sido los esperados por el Gobierno.
Javier Preciado Patiño, consultor y ex subsecretario de Mercados Agropecuarios, comentó que, a pesar de la baja de retenciones, el ritmo de liquidación del agro está dentro de lo que se podría esperar para esta época del año, sin grandes sorpresas. "Faltando una semana y pico para terminar febrero, la liquidación estaría dentro de lo esperable", señaló. Sin embargo, destacó que no se ha registrado un "boom" de ventas, lo que plantea interrogantes sobre las expectativas del sector para los próximos meses.
El análisis de la baja en la liquidación de divisas apunta a varios factores que explican esta desaceleración. Uno de los principales problemas identificados por los analistas es la reducción del plazo para liquidar las divisas obtenidas por la exportación. La medida exige que los exportadores liquiden el 95% de las divisas en un plazo máximo de 15 días hábiles para poder beneficiarse de la baja de retenciones. Esto contrasta con el plazo de 365 días que existía anteriormente, y que permitía a las empresas exportadoras disponer de los dólares a un ritmo más flexible.
La implementación de esta medida ha generado inquietudes en el sector, especialmente entre las grandes exportadoras, que deben gestionar grandes volúmenes de dinero en un tiempo mucho más corto. Para cumplir con esta exigencia, las empresas pueden recurrir a anticipos de pago, tomar créditos de prefinanciación de exportaciones en el sistema financiero local o recurrir a bancos internacionales para obtener los recursos necesarios para liquidar las divisas dentro del plazo estipulado. Sin embargo, este tipo de soluciones implica un costo financiero adicional y un aumento en el endeudamiento de las empresas, lo que podría haber desincentivado a muchos exportadores a acelerar sus ventas.
A pesar de la falta de impulso inmediato tras la baja de retenciones, el sector agropecuario sigue considerando que la medida tiene un potencial positivo a largo plazo. La Mesa de Enlace, que agrupa a los principales dirigentes del agro, ha solicitado al Gobierno que la baja de retenciones se haga permanente. Según los representantes del sector, la medida temporal hasta junio de 2025 no es suficiente para generar la estabilidad que los productores necesitan para planificar a largo plazo.
El equipo económico del Gobierno había estimado que el costo fiscal de la baja de retenciones sería de aproximadamente USD 800 millones, pero fuentes del sector aseguran que esa cifra podría estar más cerca de los USD 1.000 millones. Ante esta disparidad de cifras, los dirigentes del agro consideran que es necesario que el Ministerio de Economía exponga de manera clara los fundamentos detrás de la medida y los efectos esperados.
Además, se ha planteado la necesidad de invertir en infraestructura para mejorar la competitividad del sector. Según los productores, si el Gobierno invirtiera en infraestructura, especialmente en transporte y logística, se podría mejorar la eficiencia en la comercialización de productos y reducir los costos asociados a la exportación.
Según un informe reciente del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), la reducción de retenciones podría tener un impacto positivo significativo en las exportaciones de granos. El documento estima que la medida podría resultar en un crecimiento de las exportaciones agroindustriales de hasta un 11% interanual. Esto se traduciría en un incremento de USD 1.738 millones en los ingresos por exportaciones, lo que representaría un impacto importante en las reservas del Banco Central.
En términos de volumen, el informe proyecta que las exportaciones de granos podrían alcanzar 98,1 millones de toneladas en 2025, lo que marcaría un crecimiento interanual del 11%. Esto podría ser un indicio de que, aunque el impacto inmediato no haya sido tan pronunciado como se esperaba, la medida tendrá un efecto positivo en la liquidación de divisas en los próximos meses, especialmente en el primer semestre de 2025.
Una de las propuestas más interesantes que surgió durante las discusiones entre el Gobierno y los representantes del sector agroindustrial fue la de segmentar las retenciones según el nivel de ventas de cada productor. Esto permitiría a los productores de menor escala acceder a una tasa impositiva más baja, al tiempo que se mantendría la carga fiscal sobre los grandes exportadores. Esta propuesta busca ofrecer una solución más equitativa que favorezca tanto a los pequeños como a los grandes productores.