Por Agroempresario.com
La cordobesa María Esther Ferreyra, conocida como “Marité”, ha fusionado su amor por la tierra y la tradición familiar con la innovación en el diseño de indumentaria sustentable. A sus 50 años, esta emprendedora, originaria de Serrano, en el sur de la provincia de Córdoba, se alista para presentar sus creaciones en la prestigiosa Semana de la Moda Sustentable en Madrid, donde representará a la Asociación de Moda Sostenible de Argentina.
María Esther es profesora de arte con una larga trayectoria en la docencia, pero su vínculo con el campo comenzó desde pequeña. Criada en una familia de productores rurales, su vida siempre estuvo marcada por la actividad agropecuaria. En su hogar familiar se encuentra el tambo y la fábrica de quesos artesanal que ahora gestionan sus sobrinos bajo la marca Vía Spinetta. Sin embargo, fue durante una visita a la fábrica cuando Marité encontró la inspiración para transformar su vida profesional.
La historia de la emprendedora comenzó hace poco más de dos años, cuando al observar la producción de quesos en la fábrica de su familia, se percató de que las telas utilizadas para separar el cuajo de la masa de queso eran desechadas tras cada producción. Estas telas, que se asemejan a rejillas pero con una trama más cerrada, son descartadas cada seis meses, ya que según los responsables de la fábrica, ya no sirven para su propósito original.
Sin embargo, María Esther vio en esas telas un potencial inexplorado. "Me dijeron que no servían más para la industria, así que me las llevé a mi casa", cuenta con entusiasmo. Decidida a no dejar que los materiales se desperdiciaran, comenzó a experimentar con ellos y a desarrollar prendas de moda. La variedad de quesos producidos en la fábrica, como el cheddar, sardo, regianito y el queso azul, le otorgaba a las telas un tono único, lo que la inspiró aún más en su proyecto.
La primera prenda que confeccionó fue una bolsa para la venta de quesos individuales, pero fue un vestido de playa lo que realmente marcó un antes y un después en su carrera. Tras recibir elogios por su creación, Marité decidió seguir adelante con su pasión y comenzó a diseñar otras piezas, apoyada en la tradición costurera de su familia.
El concepto de sustentabilidad es central en el trabajo de Ferreyra. Cada una de sus creaciones, bajo la marca “María Fe”, se produce en pequeñas cantidades, lo que le permite asegurar la exclusividad de sus prendas. “La tela se deshecha cada seis meses, y cada pieza tiene dos metros por dos metros, lo que me obliga a hacer cápsulas limitadas”, explica. La singularidad de sus diseños, basados en telas con rasgaduras que son parte de su historia, es lo que atrae a quienes buscan prendas con un valor añadido. La textura de la tela, que es suave, absorbente y resistente, es otro de los elementos que diferencia a sus productos.
María Esther ha comenzado a contactar con otras fábricas de quesos artesanales para ampliar su materia prima, aunque subraya que la exigencia de trabajar únicamente con producciones artesanales es fundamental para mantener la filosofía detrás de sus creaciones. Este enfoque le permite transformar lo que muchos consideran desperdicio en lujo accesible, un lujo ético y sostenible.
La relevancia de su trabajo ha traspasado fronteras. María Esther, junto a otras siete diseñadoras argentinas, fue invitada a participar en la Semana de la Moda Sustentable de Madrid, un evento que se llevará a cabo del 10 al 14 de abril de este año. Durante el evento, habrá desfiles, conferencias y mesas de diálogo, donde los diseñadores compartirán sus experiencias y visiones sobre la moda sustentable.
"Estoy muy emocionada de poder llevar nuestras ideas y nuestra moda sustentable a Madrid", afirma Marité. Además, la Cancillería Argentina se ha ofrecido a acompañar a las diseñadoras argentinas en este evento internacional. Marité será una de las oradoras, y tiene la intención de destacar la importancia de "resignificar el lujo". Para ella, el verdadero lujo radica en la creación artesanal, en pequeña escala, con materiales nobles y en el valor añadido de la experiencia personalizada.
Para María Esther Ferreyra, la moda no es solo una cuestión de estética, sino de respeto por el medio ambiente y por las tradiciones. Su propuesta es clara: "Resignificar el lujo, dando valor a lo hecho a mano, con materiales reciclados y con una producción responsable". De esta manera, su trabajo no solo aporta una alternativa sustentable a la industria de la moda, sino que también pone en valor las tradiciones rurales de Argentina.
El paso de Marité de las praderas cordobesas a las pasarelas internacionales de Madrid es un reflejo de cómo la moda puede ser una poderosa herramienta de cambio. En un mundo donde la sostenibilidad es cada vez más importante, su proyecto demuestra que el lujo puede ser, y debe ser, accesible, ético y respetuoso con el medio ambiente.