Por Agroempresario.com
Con casi 135 años de historia en Argentina, Cervecería y Maltería Quilmes se ha consolidado como uno de los actores clave dentro del mercado cervecero mundial. La compañía, que forma parte del conglomerado AB InBev, líder global de cervezas, continúa afrontando un contexto complejo en el que la caída del consumo y la evolución de los hábitos de los consumidores marcan el rumbo del negocio. En este contexto, Quilmes ha apostado por una estrategia que no solo busca recuperar el terreno perdido, sino también posicionarse como líder en innovación y sustentabilidad.
Martín Ticinese, presidente de Cervecería y Maltería Quilmes para Argentina y Uruguay, en una entrevista exclusiva con Agroempresario.com, detalla las iniciativas clave que la empresa está implementando para adaptarse a los desafíos actuales y consolidar su rol de líder dentro de la industria cervecera.
El 2024 fue un año de contrastes para Quilmes. La cervecera lideró el mercado de la cebada, pero experimentó una caída en las ventas de cerveza a nivel nacional. "El consumo estuvo muy afectado por la caída del ingreso disponible", explica Ticinese. "La categoría de cervezas sufrió bajas de dos dígitos, pero aún así logramos mantener una buena posición gracias a nuestras marcas fuertes y a la calidad de nuestros productos".
A pesar de que la recuperación no se alcanzó en su totalidad, las cifras de este año muestran una tendencia positiva. "Este año hemos dejado atrás la caída, y si bien todavía no hemos alcanzado los niveles de crecimiento que esperábamos, ya no estamos viendo números negativos", agrega. La estrategia de la empresa está centrada en continuar con la consolidación de sus marcas globales y nacionales, como Quilmes, Brahma, Andes Origen, Corona y Budweiser, en el marco de una industria que se torna cada vez más competitiva.
Frente a un consumidor cada vez más racional y con menor poder adquisitivo, Quilmes ha comenzado a explorar nuevos segmentos dentro del mercado de cervezas, como las cervezas sin alcohol y sin gluten. Ticinese destaca el crecimiento de la categoría de cervezas sin alcohol, que duplicó su participación en el último año, alcanzando casi el 2% del mercado. "Este segmento sigue siendo pequeño, pero está creciendo, y nuestra apuesta es tener una oferta diversa para satisfacer las distintas ocasiones de consumo", explica el ejecutivo.
En línea con este enfoque, Quilmes lanzó tres marcas de cervezas sin alcohol: Quilmes 0, la primera de su tipo en Argentina; Stella Artois 0; y Corona 0, que se introdujo en el mercado durante los Juegos Olímpicos. "Cada marca tiene su identidad y está pensada para distintos momentos. Quilmes la tomás en el estadio de fútbol, Stella Artois cuando estás comiendo, y Corona cuando estás en un momento de relax", señala Ticinese.
Además, la empresa ha realizado importantes inversiones en el país para garantizar que estas cervezas se produzcan localmente. "Invertimos US$ 3 millones para fabricar las cervezas sin alcohol en nuestra planta de Zárate. Esto nos permite dar respuesta a una demanda creciente y ofrecer productos de calidad sin depender de importaciones", explica el presidente de Quilmes.
Quilmes también se distingue como un actor destacado dentro de la agroindustria argentina. La empresa es uno de los mayores exportadores de cebada y malta del país, con un fuerte enfoque en la producción local y la calidad de sus materias primas. "Somos un gran exportador de cebada y malta. El año pasado exportamos US$ 460 millones en productos, y de cada cuatro cervezas fabricadas por AB InBev en el mundo, una tiene cebada de la provincia de Buenos Aires", señala Ticinese con orgullo.
La calidad de la cebada argentina es clave para la competitividad de Quilmes a nivel global. "Argentina tiene características únicas para el cultivo de cebada, y la provincia de Buenos Aires es un lugar privilegiado en cuanto a clima y suelo. Esto nos permite ofrecer una materia prima de alta calidad que no se consigue en muchos lugares del mundo", explica el ejecutivo.
Para garantizar la calidad de la cebada y la malta, Quilmes ha establecido un modelo de integración vertical que abarca todo el proceso de producción. "Tenemos un criadero de semillas en Buenos Aires donde desarrollamos variedades de cebada resistentes a cambios climáticos y que requieren menos agua para su cultivo. Esto es un diferencial clave para la sostenibilidad de nuestro negocio", comenta Ticinese.
Con más de 1.000 productores conectados, la empresa asegura que la colaboración con los agricultores locales es fundamental para seguir mejorando la calidad de la cebada. "Nuestra relación con los productores es clave. Gracias a ellos, cada día tenemos cebada y malta de mejor calidad, lo que es un diferencial para la industria cervecera argentina", añade.
Si bien la empresa continúa creciendo y adaptándose a los desafíos, Ticinese destaca que la clave para seguir invirtiendo y desarrollándose en el país es la estabilidad macroeconómica. "En un contexto de incertidumbre, lo más importante es tener previsibilidad. Si logramos estabilizar la macroeconomía, las empresas podrán planificar mejor y, en consecuencia, atraer más inversiones", asegura el presidente de Quilmes.
Además de la estabilidad económica, Ticinese destaca la importancia de la competitividad y la formalización del comercio. "Es necesario que el comercio esté más formalizado para que los productos argentinos puedan competir en igualdad de condiciones en los mercados internacionales. Esto también nos permitirá ofrecer productos de mejor calidad y a mejores precios", concluye.
En un mundo cada vez más digitalizado, Quilmes ha apostado por la transformación tecnológica para mejorar la experiencia de compra y optimizar sus procesos. La empresa ha lanzado la plataforma BEES, un marketplace B2B que ya representa el 5% de su facturación. "BEES combina la presencia física de nuestros promotores con una experiencia digital de compra muy práctica. Esto nos ha permitido mejorar significativamente el nivel de servicio y la satisfacción de nuestros clientes", explica Ticinese.
Con esta plataforma, Quilmes busca ofrecer una experiencia de compra más eficiente, con pedidos sugeridos, la posibilidad de sumar puntos y elegir el día de entrega. "La combinación de lo digital con lo físico ha mejorado muchísimo el servicio que le damos a nuestros clientes, y eso es clave para seguir creciendo en un mercado tan competitivo", asegura.
A través de su marca Gauchada, Quilmes también está involucrada en un proyecto social de alto impacto. La iniciativa tiene como objetivo combatir la inequidad social mediante la venta de platos de cebada perlada, con un enfoque en la inclusión y la mejora de la alimentación. "Gauchada es un negocio social que busca ayudar a quienes más lo necesitan. Por cada producto vendido, donamos un plato de cebada a una organización social", explica Ticinese.
El proyecto no solo busca generar un impacto positivo en la sociedad, sino también fortalecer la relación con los consumidores. "Es una marca que tiene un fuerte componente social, y nos enorgullece ver cómo ha crecido y cómo la gente se ha comprometido con la causa", concluye el presidente de Quilmes.