Por Agroempresario.com
El presidente Javier Milei oficializó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), publicado este martes en el Boletín Oficial. La medida busca garantizar un desembolso clave del organismo para fortalecer las reservas y cancelar la deuda del Tesoro con el Banco Central, sin necesidad de la aprobación de ambas cámaras del Congreso.
El decreto 179/2025, firmado cuatro días después del anuncio oficial, establece un acuerdo de facilidades extendidas (EFF, por sus siglas en inglés), en lugar de un Stand By Agreement (SBA). Si bien el Gobierno no detalló el monto exacto del desembolso, aseguró que la operación no implicará un incremento en la deuda externa del país, sino un refinanciamiento de pasivos.
Según explicaron fuentes oficiales, el objetivo de este acuerdo es restaurar la solidez financiera del Banco Central y consolidar un sendero de estabilidad que permita salir del cepo cambiario y reducir la inflación. “El dinero que ingrese del FMI, el Tesoro lo utilizará para cancelar parte de su deuda con el Banco Central, lo que evitará un aumento de la deuda bruta y contribuirá a la mejora patrimonial del organismo”, destacó Milei en una columna publicada el sábado en el diario La Nación.
La decisión de avanzar con un DNU responde a la necesidad del oficialismo de sortear los obstáculos legislativos y garantizar la rápida implementación del acuerdo. Desde el Gobierno sostienen que el Congreso ya avaló mecanismos similares en el pasado y que esta medida es coherente con la estrategia de saneamiento financiero.
Sin embargo, la oposición y algunos economistas han manifestado reparos. Críticos del decreto argumentan que la "ley Guzmán", sancionada en 2021, establece que cualquier programa de financiamiento con el FMI requiere aprobación del Congreso. En este sentido, sectores opositores advierten que el DNU podría enfrentar impugnaciones jurídicas, mientras que el Gobierno defiende su validez legal.
Con la publicación del decreto, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, dispone de diez días hábiles para remitir el texto al Congreso, donde la comisión bicameral de Trámite Legislativo tendrá un plazo similar para analizarlo y emitir un dictamen. En caso de que la comisión no se expida en el plazo estipulado, el decreto podrá ser debatido en ambas cámaras.
Uno de los puntos clave del proceso legislativo es que, para que el DNU quede firme, solo una de las dos cámaras debe abstenerse de rechazarlo. Esto significa que el oficialismo podría asegurar su continuidad con el respaldo de Diputados, incluso si el Senado lo desaprueba.
En la oposición, las críticas al DNU han sido inmediatas. El bloque kirchnerista en el Senado, liderado por José Mayans, ya anticipó su rechazo, mientras que en Diputados el Gobierno confía en obtener el apoyo necesario. "En Diputados los votos están", aseguró una fuente oficial.
Desde el punto de vista económico, la estrategia de utilizar los fondos del FMI para cancelar la deuda del Tesoro con el Banco Central apunta a fortalecer las reservas y reducir la presión monetaria. El oficialismo sostiene que esta decisión ayudará a estabilizar el tipo de cambio y generar confianza en los mercados.
Por otro lado, analistas advierten que el nuevo acuerdo con el FMI podría implicar compromisos adicionales en términos de política fiscal y monetaria. Aunque el Gobierno insiste en que no habrá un aumento neto de la deuda, la oposición señala que la carga de intereses y las condiciones del programa podrían representar nuevos desafíos para la economía argentina.
A medida que se desarrolla el debate político y económico, el DNU firmado por Milei se perfila como un punto de inflexión en la estrategia financiera del Gobierno. Con el tiempo corriendo y la necesidad de estabilizar la economía, la aprobación o rechazo del decreto será clave para definir el futuro inmediato del país en su relación con el FMI y la economía doméstica.