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Por Agroempresario.com
Desde Houston, enviado especial. En un contexto donde las energías renovables y la transición energética parecían haber tomado el liderazgo mundial, una nueva corriente se abre desde Estados Unidos con la declaración de Chris Wright, secretario de Energía de la administración Trump. Durante su intervención en la conferencia energética más importante del mundo, el funcionario dejó en claro su postura en favor del gas natural y en contra de las políticas verdes que se habían impuesto en los últimos años.
"El gas natural es responsable del 43% de la producción de electricidad de Estados Unidos. Simplemente no hay forma de que las energías eólica, solar y las baterías puedan reemplazar el gas natural", señaló Wright, quien también destacó el rol estratégico que tiene el gas natural licuado (GNL) en el futuro energético mundial. Este respaldo podría extender una ventana de oportunidades para el gas de Vaca Muerta, que aún necesita infraestructura para exportar sus reservas de shale gas de forma más eficiente.
En sus palabras, Wright aseguró que la administración Trump cambiará las políticas de la administración Biden, a quienes acusó de adoptar posturas "irracionales" respecto al cambio climático. Y aunque Estados Unidos había tomado un rumbo hacia las energías limpias, la situación parece haber dado un giro, donde incluso naciones tradicionalmente enfocadas en energías renovables, como Alemania, están reorientando sus políticas hacia el gas y la energía nuclear.
Para Argentina, este giro en la política energética de Estados Unidos podría tener repercusiones muy positivas, especialmente para la región de Vaca Muerta. A lo largo de los últimos años, muchos expertos en el sector energético y de hidrocarburos sostenían que la ventana para el gas de Vaca Muerta se estaba cerrando debido a la acelerada transición energética, lo que demandaba tiempo de infraestructura y una reducción de la dependencia de los hidrocarburos. Sin embargo, la nueva postura de los Estados Unidos podría reactivar la demanda de gas natural, y en consecuencia, revalorizar el potencial de las reservas de Vaca Muerta.
A esto se suma el panorama global, con el 85% de la energía mundial proveniente de los hidrocarburos. En este contexto, el gas, el petróleo y el carbón continúan siendo esenciales para la economía mundial, dado que son las únicas fuentes de energía que garantizan seguridad y accesibilidad. Wright también apuntó a la creciente demanda de energía derivada de sectores clave como la industria petroquímica y la Inteligencia Artificial, quienes requieren grandes cantidades de electricidad para operar.
Aunque la postura de Estados Unidos podría abrir nuevas oportunidades para el gas de Vaca Muerta, también presenta desafíos. En un escenario de precios de commodities a la baja y con la competencia internacional por nuevos mercados, Argentina deberá estar preparada para competir con potencias energéticas como Estados Unidos, que, según Wright, reflotará los proyectos suspendidos por Biden. Con un aumento de plataformas perforando en busca de gas natural, Estados Unidos se posiciona como un competidor de peso para el gas argentino.
Esto será probablemente un tema de discusión para la delegación argentina en la conferencia, que está compuesta por figuras como Daniel González, secretario coordinador de Energía y Minería; Paolo Rocca, presidente de Techint; y Horacio Marín, presidente de YPF, quienes podrán exponer la posición argentina frente a estos nuevos desarrollos.
La conferencia también contó con la presencia de grandes nombres de la industria, como los CEO de Shell, Saudi Aramco y Chevron. Wael Sawan, de Shell, destacó el potencial del GNL, proyectando un crecimiento del 25% en la demanda de energía impulsada por la Inteligencia Artificial para 2050, con una parte significativa de esta demanda cubierta por GNL. Por otro lado, Amin Nasser, de Saudi Aramco, criticó las políticas de transición energética y la "falsa ilusión" de prescindir de los combustibles fósiles, al tiempo que Mike Wirth, de Chevron, cuestionó la falta de una política energética consistente en los Estados Unidos.
Así, el panorama energético mundial está en constante cambio, y las decisiones que tomen los principales actores políticos y empresariales marcarán el futuro de la industria, tanto en Estados Unidos como en países productores de gas como Argentina.
