Por Agroempresario.com
La temporada de cosecha gruesa 2025 está siendo testigo de ajustes significativos en las expectativas de producción, con reducciones en los rendimientos de algunos cultivos clave. Según el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), la estimación de cosecha nacional de sorgo se redujo en un 9,1% durante la última semana, mientras que la producción de maíz en la principal zona agrícola, la región núcleo, también sufrió un ajuste a la baja.
En cuanto al sorgo, las malas noticias son claras. La BCBA ajustó la proyección de la cosecha nacional a 3 millones de toneladas, lo que representa una caída del 9,1% en comparación con las estimaciones anteriores. Este ajuste se debe principalmente a la fuerte sequía que afectó zonas productoras clave del noreste argentino (NEA) y el norte de Santa Fe, donde las pérdidas productivas fueron significativas. Estas áreas concentran cerca del 47% de la superficie sembrada de sorgo a nivel nacional, y la merma en los rendimientos fue notable. En el NEA, por ejemplo, se espera una caída del rendimiento cercana al 37%, con promedios que no superarían los 20 quintales por hectárea, una cifra que contrasta drásticamente con las expectativas iniciales.
El informe también resalta que, en regiones como el Centro-Norte de Córdoba y la zona núcleo, los rendimientos fueron mejores de lo esperado, pero estas áreas no fueron suficientes para compensar las pérdidas de producción en las zonas más afectadas. A pesar de los esfuerzos por mitigar los efectos de la sequía, las proyecciones siguen a la baja.
En paralelo, el maíz también ha sufrido ajustes, aunque las noticias son algo más mixtas. A nivel nacional, la BCBA mantiene su proyección de producción en 49 millones de toneladas para el maíz, con un avance en la cosecha que ya alcanza el 19,2% del total esperado. Esto representa un adelanto interanual del 13,2%, debido en parte a la siembra temprana y a que algunos cultivos finalizaron su ciclo más rápido debido al estrés hídrico durante el llenado de granos.Sin embargo, un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) ajustó las expectativas de producción de maíz para la zona núcleo, reduciendo la proyección en un 3,7%. Este ajuste, que rebaja la cifra esperada de 8,1 millones de toneladas a 7,8 millones de toneladas, refleja las pérdidas en el norte de Buenos Aires, donde las lluvias que cayeron al final del verano no fueron suficientes para frenar el impacto de la sequía en los cultivos. Aunque la cosecha sigue avanzando a buen ritmo en algunas zonas, el impacto de la falta de lluvias en otras regiones está incidiendo directamente sobre los rendimientos.
En cuanto a los rendimientos nacionales, se observan números dispares. El rendimiento promedio en el país se sitúa en 83,9 quintales por hectárea, destacándose la zona núcleo norte con un promedio de 96,4 quintales. Mientras tanto, los lotes más tardíos del cultivo se encuentran en la etapa R3, y están atravesando este ciclo con una buena disponibilidad de agua. Sin embargo, la situación en las regiones más afectadas por la sequía podría terminar limitando las expectativas de rendimientos a nivel nacional.En cuanto a la soja, la BCBA mantiene su proyección de producción en 49,6 millones de toneladas, a pesar de las recientes lluvias en la franja oeste y el NEA, que no lograron revertir la situación de los cultivos. La soja de primera está en su período de madurez fisiológica en gran parte de las regiones agrícolas, mientras que la soja de segunda se encuentra entre las etapas R4 y R5. A nivel nacional, más del 80% de la soja de segunda tiene una condición de cultivo "normal a excelente", lo que genera optimismo respecto al comportamiento de esta cosecha.
En cuanto al girasol, la cosecha ha avanzado un 19,6% en la última semana, alcanzando el 58,9% del área apta. Aunque aún persiste una demora interanual del 16,1%, el avance refleja una tendencia positiva, y la proyección de producción podría ajustarse al alza si los rendimientos continúan superando las expectativas. A pesar de las condiciones de piso difíciles en algunos lotes, la cosecha sigue en marcha, y los productores están trabajando para evitar pérdidas adicionales.Impacto en la producción agrícola: una mirada al futuro
Las reducciones en las expectativas de cosecha de sorgo y maíz, sumadas a los ajustes en la producción de soja y girasol, plantean un escenario complejo para la agricultura argentina. Si bien algunas regiones continúan mostrando buenos rendimientos, las zonas más afectadas por la sequía están siendo incapaces de recuperar sus pérdidas, lo que podría llevar a una disminución generalizada en la producción de estos cultivos clave.
En este contexto, los productores deberán adaptarse a las condiciones cambiantes del clima y las expectativas del mercado, mientras que las autoridades agrícolas deberán prestar especial atención a la gestión del agua y a la implementación de políticas que ayuden a mitigar los efectos de fenómenos climáticos extremos, que parecen haberse vuelto más frecuentes en los últimos años.