Por Agroempresario.com
La agricultura moderna enfrenta desafíos crecientes, desde la escasez de agua hasta la necesidad de aumentar los rendimientos sin comprometer el medio ambiente. En este contexto, la tecnología se posiciona como un aliado clave. Un equipo de especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) desarrolló un sensor de temperatura de bajo costo que recopila datos en tiempo real, facilitando la toma de decisiones en el campo y optimizando el uso del agua.
Este diminuto dispositivo, de apenas dos milímetros de largo y ancho, está compuesto por una delgada película de óxido de vanadio sobre vidrio. Gracias a este material, logra un equilibrio entre facilidad de fabricación y precisión en las mediciones. Su rango de detección oscila entre los 20 y 75 grados centígrados, aunque los investigadores trabajan en futuras versiones con un rango ampliado.
El sensor tiene múltiples aplicaciones en el agro, ya que no solo permite identificar zonas con déficit hídrico, sino que también ayuda a determinar las condiciones óptimas para el crecimiento de distintos cultivos. “Los resultados obtenidos son prometedores. El sensor mostró un comportamiento lineal y estable dentro del rango de temperaturas evaluado”, explica María Belén Kramar, integrante de la Dirección Técnica de Micro y Nanotecnologías del INTI.
El avance en la digitalización del agro es fundamental para el desarrollo sostenible. De acuerdo con la ONU, la incorporación de nuevas tecnologías en la producción agrícola puede contribuir a reducir la pobreza y mejorar la seguridad alimentaria en el mundo.
Una de las principales ventajas de este desarrollo es su flexibilidad. “En el futuro, queremos integrarlo a un sistema que mida el flujo de savia en las plantas”, adelanta Kramar, destacando su potencial para optimizar aún más la gestión del agua en la producción agrícola.
Desde el INTI destacan que este tipo de innovaciones no solo mejoran la eficiencia del agro, sino que también impulsan su transferencia a la industria. “Contamos con la capacidad de desarrollar aplicaciones basadas en esta tecnología a nivel local, lo que nos permite avanzar en soluciones de vanguardia en el país”, señala Alex Lozano, director del Centro de Micro y Nanoelectrónica del INTI.
En un contexto donde la optimización de los recursos es clave para la competitividad del sector agropecuario, herramientas como este sensor de temperatura pueden marcar la diferencia. Su pequeño tamaño contrasta con su enorme potencial para mejorar la eficiencia del riego y el rendimiento de los cultivos.