Por Agroempresario.com
En un escenario internacional atravesado por nuevas restricciones sanitarias y comerciales, Mario Ravettino, presidente del Consorcio Exportador de Carnes Argentinas ABC, advirtió sobre los riesgos que implica interpretar los brotes de fiebre aftosa en Europa y Asia como una ventaja para otros países productores. “Nunca una enfermedad sanitaria es una oportunidad. Cuando aparece una pandemia como la aftosa o la vaca loca, lo que suele pasar es que el consumidor resiente su voluntad de consumir carne”, explicó en una entrevista con el programa radial Chacra Agro Continental.
En las últimas semanas se confirmaron focos de fiebre aftosa en Alemania, Eslovaquia, Hungría, China y Corea del Sur. Ante este panorama, Ravettino remarcó que la Argentina conserva un estatus sanitario sólido, siendo un país libre de aftosa con vacunación. “Hoy, en términos internacionales, ser libre con vacunación es incluso mejor. Es como con el Covid: si estás vacunado, estás más protegido”, afirmó, defendiendo el modelo sanitario nacional.
El dirigente también se refirió a la postergación por 90 días de la autorización para enviar carne con hueso desde el norte argentino hacia la Patagonia. Ravettino apoyó la medida original y señaló que mantener esta barrera interna solo genera distorsiones en el mercado. “No hay ningún riesgo sanitario: se trata de carne envasada al vacío, oreada, madurada y con control de pH. La diferencia de precios es significativa: un asado cuesta entre 9.000 y 11.500 pesos en el resto del país, pero en la Patagonia alcanza los 20.000 o 21.000”, explicó.
Además, advirtió que si en mayo Brasil es declarado país libre de aftosa sin vacunación por la OIE, podrá vender carne con hueso en la Patagonia a valores más bajos, lo que generará una competencia directa para la producción argentina.
En cuanto a la relación con Estados Unidos, Ravettino describió como “una guerra de aranceles” el reciente endurecimiento fiscal sobre las exportaciones. Explicó que dentro de la cuota de 20.000 toneladas, el país paga un arancel simbólico de 4,40 dólares por tonelada, pero fuera de ese cupo, el arancel ya era del 26,4%. “Con el nuevo incremento del 10%, pasamos al 36,4%, y si sumamos las retenciones del 6,7%, estamos en un 42% para exportar a EE.UU.”, detalló.
Respecto al Reglamento 1115 de la Unión Europea, que exige trazabilidad y certificación de origen no deforestado, Ravettino aseguró que el sector ya está avanzando con la geolocalización de los campos y espera tener todo finalizado para octubre.
Finalmente, anticipó una misión comercial clave para mayo que incluirá visitas a Shanghái, Beijing, Japón, Indonesia y Corea, con una fuerte orientación hacia el sudeste asiático. “Es una región estratégica, y estamos enfocados en ampliar nuestra presencia allí”, concluyó.