Por Agroempresario.com
Con las elecciones legislativas marcadas para el 26 de octubre, el gobierno de Javier Milei se prepara para su primer gran test electoral desde que asumió el poder. Si bien La Libertad Avanza buscará ampliar su presencia en ambas cámaras del Congreso, hay otro frente al que presta particular atención: el de los aliados circunstanciales. Se trata de dirigentes provinciales con representación parlamentaria que, si bien no forman parte del oficialismo, han acompañado proyectos clave y podrían ser fundamentales en el nuevo mapa legislativo.
Tres provincias concentran hoy la mirada del Ejecutivo: Río Negro, Neuquén y Tucumán. En esos distritos, la elección no solo definirá el destino de bancas estratégicas, sino también la relación de fuerzas entre el oficialismo, la oposición y los sectores que se ubican en un punto intermedio, negociando ley por ley.
En Neuquén, el gobernador Rolando Figueroa será una figura central. Con tres senadores y tres diputados nacionales en juego, el mandatario busca fortalecer su armado propio, en un contexto donde el histórico Movimiento Popular Neuquino (MPN) ya anunció que no jugará con lista propia. Esto abre la puerta a una elección polarizada entre el espacio de Figueroa, los libertarios y el peronismo.
Uno de sus principales aliados en el Congreso, el diputado Osvaldo Llancafilo, finaliza su mandato y no tiene intenciones de renovarlo, ya que planea volver a la provincia para respaldar la gestión local. A su vez, la senadora Lucila Crexell, de perfil autónomo, ha votado a favor del oficialismo en proyectos puntuales, y podría tener un rol clave si decide renovar.
Del lado peronista, terminan sus mandatos los senadores Oscar Parrilli y Silvia Sapag, así como la diputada Tanya Bertoldi, cercana a Figueroa. También finaliza el mandato del radical Pablo Cervi, actualmente en la Liga del Interior.
En la vecina Río Negro, el gobernador Alberto Weretilneck enfrenta su propio desafío. Se renuevan tres bancas en el Senado, entre ellas la de Mónica Silva, quien lo reemplazó cuando asumió la gobernación. También vencen los mandatos de los senadores peronistas Silvina García Larraburu y Martín Doñate, mientras que en Diputados terminan Agustín Domingo (JSRN) y Aníbal Tortoriello, actual libertario con partido propio.
El panorama local está marcado por la fragmentación del peronismo, lo que podría beneficiar a Juntos Somos Río Negro (JSRN), el espacio de Weretilneck. Si bien el vicegobernador Pedro Pesatti suena como posible candidato al Senado, el entorno del mandatario prefiere otras opciones, como Facundo López, jefe de la bancada oficialista, o Andrea Confini, secretaria de Energía y pareja del Gobernador.
En paralelo, La Libertad Avanza apuesta a capitalizar la interna con posibles candidaturas de Tortoriello o Lorena Villaverde, lo que podría dividir el voto opositor y beneficiar al oficialismo provincial.
El vínculo con Nación también es relevante. Weretilneck trabaja desde el año pasado con Derek Hampton, operador cercano a Santiago Caputo, y en la Casa Rosada ven con buenos ojos polarizar con JSRN para debilitar al peronismo. “Es peligroso para un partido provincial quedarse sin representación nacional”, advirtieron fuentes del oficialismo rionegrino.
El tercer caso es el del tucumano Osvaldo Jaldo, gobernador que supo alinearse con Milei en temas clave y que ahora pondrá a prueba su capital político. En octubre se renuevan dos bancas que fueron fundamentales para el oficialismo: las de Agustín Fernández y Elia Fernández, integrantes del bloque Independencia, surgido tras una ruptura del peronismo local.
Aunque hay rumores sobre su vínculo con la Casa Rosada, desde el entorno de Jaldo aclaran: “Nunca nos fuimos del PJ. Jaldo es el vicepresidente del partido en Tucumán”. Sin embargo, ya confirmaron que jugarán con lista propia. “No buscamos alianzas”, remarcaron.
Más allá del discurso, lo cierto es que estos legisladores aportaron votos importantes para la gestión Milei, y su eventual reemplazo podría modificar la dinámica del Congreso.
El desafío para el Gobierno no es solo crecer, sino mantener y potenciar los puentes que ya existen. En este tablero, las provincias donde gobiernan aliados flexibles o independientes se vuelven clave. Un puñado de votos puede inclinar la balanza en leyes estructurales, como ya ocurrió con la Ley Bases y la reforma fiscal.
En este contexto, Javier Milei y su entorno siguen de cerca lo que ocurre en el sur del país y en el norte peronista. Las alianzas del futuro se están gestando hoy, en los laboratorios electorales provinciales.