Por Agroempresario.com
La campaña agrícola 2024/25 continúa avanzando con un panorama de progresos dispares entre los cultivos más relevantes. Sin embargo, el girasol se erige como el gran protagonista de la temporada, logrando un récord histórico de producción que alcanza las 4,7 millones de toneladas (MTn), según el informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA). Este logro subraya la recuperación y crecimiento de este cultivo en particular, impulsado por buenos rindes y un aumento en la superficie sembrada.
El área sembrada con girasol cubre actualmente un total de 2.050.000 hectáreas, gracias a un ajuste en la estimación de la superficie, especialmente en las zonas de Centro-Norte de Santa Fe y Núcleo Norte. La recolección de esta oleaginosa ha avanzado de manera favorable, alcanzando ya el 96,3% del área apta para cosecha. Se estima que los trabajos finalizarán en los próximos días, dependiendo del ritmo de las labores en las zonas del sur agrícola.
Este récord de producción no solo destaca el éxito del cultivo de girasol, sino que también refleja la resiliencia del sector agrícola argentino ante los desafíos climáticos y las fluctuaciones en los mercados internacionales. En este contexto, la cosecha de girasol se perfila como uno de los pilares fundamentales de la economía agroindustrial nacional.
En contraste, otros cultivos presentan avances desparejos debido a los efectos del clima. La soja, por ejemplo, avanzó al 14,5% del área apta, lo que marca un progreso significativo respecto a semanas anteriores, aunque todavía se encuentra retrasada en comparación con el ritmo de las campañas previas. Las demoras en la cosecha se deben a los excesos de humedad acumulados, lo que ha dificultado el trabajo de las máquinas. A pesar de ello, los rendimientos se mantienen sólidos, con una media de 34,5 quintales por hectárea (qq/Ha), y la zona núcleo superando los 40 qq/Ha. Las proyecciones de producción se mantienen en 48,6 millones de toneladas, confiando en que la recolección se agilice conforme el clima lo permita.
El maíz, otro cultivo clave en la campaña, también muestra avances más lentos. Al 23 de abril, se había cosechado el 29,7% del área apta, con un rendimiento promedio de 82,4 qq/Ha. A pesar de los retrasos en zonas clave como el oeste bonaerense y el sur agrícola, la proyección de producción para el maíz sigue siendo positiva, con una estimación de 49 millones de toneladas.
Por su parte, el sorgo granífero avanza con más agilidad, cubriendo ya el 25% del área sembrada. Su rendimiento medio se sitúa en 39,1 qq/Ha, lo que representa un aumento del 9,2% con respecto al promedio de los últimos cinco años. Sin embargo, en algunas regiones del NEA y del centro-norte de Córdoba se han detectado enfermedades fúngicas que podrían afectar el rendimiento del sorgo en el tramo final de la cosecha, aunque la proyección sigue siendo de 3 millones de toneladas.
A pesar de los desafíos en algunos cultivos, el desempeño del girasol se presenta como un factor clave para la revitalización del sector agrícola argentino. Este crecimiento sostenido y el récord histórico alcanzado brindan optimismo de cara al futuro inmediato de la agricultura nacional, especialmente cuando se logren avances en la cosecha de otros productos.
Con una superficie sembrada diversificada y una producción que sigue mostrando signos de crecimiento, el sector agroindustrial de Argentina se encuentra ante una campaña que, a pesar de las complicaciones climáticas, deja un balance positivo con el girasol como bandera del éxito en esta temporada. El comportamiento de los cultivos durante los próximos meses será clave para determinar el impacto total de esta cosecha en la economía del país.