Por Agroempresario.com
Después del fin de semana largo, que incluyó los feriados del 1 y 2 de mayo, la soja experimentó un aumento significativo en su cotización. En el segmento disponible de Rosario, el precio de la oleaginosa subió U$S10, un 4%, alcanzando los U$S260 por tonelada. La actividad comercial retomó su normalidad en el mercado de granos, que había quedado interrumpida durante los días festivos.
Según el análisis de Eugenio Irazuegui, responsable de Research de la corredora Zeni, las ofertas de compra por la soja presentaron una mejora notoria al registrarse a U$S260 por tonelada con descarga en las terminales del Up-River. En este contexto, Irazuegui destacó que la atención se centró especialmente en los plazos cortos de entrega.
A pesar de este repunte en Rosario, la situación en el mercado a término fue diferente. Las posiciones a mayo y julio de 2025 en el Matba-Rofex mostraron leves caídas en su cotización. En tanto, el dólar oficial mayorista, utilizado para liquidar las exportaciones, subió un 2,56%, alcanzando los $1200.
En el ámbito internacional, los precios de la soja en el mercado de Chicago experimentaron un retroceso. La oleaginosa cayó U$S4,32, cotizando a U$S381,40 por tonelada en el contrato con entrega a mayo. Irazuegui explicó que la semana comenzó con una tendencia negativa para la soja, a pesar de haber cerrado la semana anterior con subas. Las condiciones meteorológicas en Estados Unidos favorecieron la siembra de la soja 2025/26, lo que generó expectativas de una cosecha más fluida en las principales regiones productivas del país norteamericano.
En cuanto al panorama global, la situación se complica por los desacuerdos entre China y Estados Unidos. Desde el gobierno chino, confirmaron que habían recibido una propuesta por parte de la Casa Blanca para dialogar sobre aranceles. Sin embargo, los funcionarios chinos exigieron que previamente se retiren los aranceles adicionales del 145% impuestos por Estados Unidos desde el pasado 9 de abril. Esta incertidumbre en las relaciones comerciales entre ambas potencias afectó la confianza en los mercados internacionales, según Irazuegui.
En el mercado de cereales, los precios también presentaron caídas. El trigo perdió U$S0,46, cotizando a U$S188,96, mientras que el maíz retrocedió U$S5,41, pactando a U$S175,78 por tonelada. La tónica bajista se extendió especialmente al maíz, que perdió entre U$S2,85 y U$S5,80 por tonelada, según el contrato. Las condiciones meteorológicas más favorables para la siembra en Estados Unidos aumentaron las expectativas de un buen cumplimiento en las siembras, lo que impactó en los precios.
Por otro lado, en Brasil la situación productiva muestra mejores perspectivas. Los cultivos de safrinha continúan evolucionando favorablemente, y algunas consultoras, como StoneX, revisaron al alza su estimación de cosecha, pasando de 101,60 millones a 104,30 millones de toneladas. Este panorama optimista en Brasil podría afectar el mercado de soja a nivel global, dado que el país sudamericano es uno de los principales productores y exportadores de la oleaginosa.
En cuanto al trigo, la caída en los precios promedió U$S3,40 por tonelada, impulsada por una posible mejora en la condición de los cultivos debido a las lluvias que se registraron en la región central de Estados Unidos, especialmente en el estado de Kansas. La siembra de primavera en las planicies también mantuvo un ritmo activo en los últimos días, lo que generó expectativas de una mejora en los cultivos.
La oferta del Mar Negro también mostró señales de recuperación, con un aumento en las exportaciones, que pasaron de 2,20 millones a 2,30 millones de toneladas. Estos datos revelan que la competencia en el mercado internacional continúa siendo fuerte, y los productores deberán seguir atentos a los factores globales para tomar decisiones comerciales acertadas.
En resumen, aunque el mercado de la soja en Rosario mostró una recuperación momentánea con una ganancia del 4%, las expectativas para los próximos meses permanecen mixtas. La volatilidad en los precios internacionales, los factores climáticos y las tensiones geopolíticas entre China y Estados Unidos seguirán siendo elementos clave a tener en cuenta para los productores y exportadores de granos.
Este repunte de la soja, si bien alentador a corto plazo, está condicionado por una serie de variables globales que podrían influir de manera decisiva en la evolución de los precios en los próximos meses. De esta forma, el futuro de la soja y otros cultivos continúa siendo incierto, y los productores deberán estar atentos a las fluctuaciones del mercado para adaptar sus estrategias comerciales.